VALENCIA, 10 Nov. - En un acto de valentía y profesionalismo, un agente de la Policía Nacional, asignado a la Comisaría del distrito de Patraix en Valencia, llevó a cabo un notable rescate el pasado 29 de octubre. Alrededor de las ocho de la tarde, este valiente servidor público logró liberar a una madre y a su pequeña hija, de apenas cinco años, que se hallaban atrapadas en su vehículo, inundado por el desbordamiento del barranco en la localidad de Alfafar.

Según los informes proporcionados por la Jefatura, los incidentes tuvieron lugar en una trágica tarde del citado día, cuando el agente, que estaba fuera de servicio después de concluir su turno, se encontró con la difícil situación. Mientras intentaba regresar a su hogar, se percató de la existencia de dos personas en un automóvil, incapaces de escapar debido a la potente corriente de agua que había inundado la zona tras la DANA que azotó la región.

El agente, enfrentándose a su propia adversidad, vio que su propio vehículo también quedó atrapado, sorprendido por la rápida crecida de agua que inundó las calles de Alfafar. Esta situación causó un gran atasco de vehículos, en los que hacían presencia numerosas personas en apuros.

Después de salir de su automóvil y refugiarse en el techo, avistó a una mujer que, desesperada, clamaba por ayuda mientras golpeaba su coche. El torrente de agua había hecho imposible que pudiera abrir la puerta para escapar. Reconociendo la urgencia del momento, el agente se dirigió rápidamente hacia ella para brindarle la asistencia necesaria.

Al llegar al vehículo, encontró a la madre luchando por abrir la puerta, ansiosa por salir junto a su hija. Con determinación y usando una navaja diseñada para romper cristales, el agente logró fracturar la ventanilla del coche y pudo, finalmente, sacar a las dos atrapadas, llevándolas a un lugar seguro cerca de un quitamiedos, ya que el agua ya les llegaba por encima de la cintura.

Después de varios minutos de tensión, el agente divisó un camión que, a pesar de las inclemencias, aún lograba transitar. Con una rápida acción, gritó al conductor para que se detuviera y, gracias a su intervención, logró que la madre y su hija subieran a la cabina del vehículo. Dada la falta de espacio, el agente permaneció fuera, priorizando la seguridad de las dos mujeres rescatadas.

No contento con solo haber realizado este rescate, el agente se comprometió a permanecer en la zona durante más de cinco horas. Su labor no solo se limitó a ayudar a los afectados, sino que también ofreció apoyo a los servicios de emergencia que trabajaban en la región, proporcionando instrucciones de seguridad y manteniendo a las personas alejadas de las zonas de peligro, demostrando así un verdadero espíritu de servicio y dedicación hacia la comunidad en momentos críticos.