VALÈNCIA, 19 de noviembre. En un comunicado reciente, Eva Sanz, la alcaldesa de Benetússer, ha resaltado el incansable esfuerzo que se ha llevado a cabo durante las tres semanas siguientes a la devastadora DANA que el pasado 29 de octubre impactó duramente este municipio y gran parte de la provincia de Valencia. La primera edil ha asegurado que, aunque aún queda mucho por hacer, el progreso es evidente.

En un mensaje difundido a través de su perfil de Facebook, Sanz ha recordado los trágicos acontecimientos del día de la tormenta, que hasta el momento ha dejado un saldo aterrador de 219 muertos y 11 desaparecidos en la zona de Valencia.

La alcaldesa ha expresado su confianza en que en estos 21 días se ha notado el trabajo constante que se ha realizado. "Aún nos queda mucho, pero estamos en el camino", ha insistido, haciendo hincapié en la destacada solidaridad de los voluntarios y de otros ayuntamientos españoles que han proporcionado apoyo y maquinaria de manera desinteresada. También ha agradecido el apoyo recibido de diversas policías locales.

Sin embargo, Sanz ha lamentado que durante los momentos iniciales de la crisis se sintieron "muy solos". Ha subrayado que la rápida respuesta se logró gracias a la buena coordinación entre el Ayuntamiento y municipios cercanos como Sagunto, Paterna, Burjassot, Xàtiva y Mislata, además del respaldo solidario que llegó de localidades gallegas, andaluzas, extremeñas, catalanas, entre otras.

La llegada de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y, posteriormente, de los Bomberos, marcó un hito en la recuperación, estableciéndose el Centro de Mando y Recepción (CMR) de Benetússer, lo que permitió una mejor coordinación en las labores de rescate y recuperación. "A nivel local ha sido una actuación coordinada de gran ayuda, aunque tengo que señalar que las directrices provenientes de órganos superiores a nuestro municipio han resultado contraproducentes, llegando incluso a confiscarnos maquinaria que podría haber facilitado un avance más rápido", ha afirmado con descontento la alcaldesa.

Eva Sanz ha transmitido su preocupación sobre esta situación a todas las autoridades superiores pertinentes. "No he dejado de señalar lo que creía que podía perjudicarnos, sin importar de dónde viniera la decisión. Junto a mi equipo de Emergencias, buscamos ayuda hasta en los últimos rincones", ha afirmado con determinación.

No obstante, ha indicado que esos temas serán abordados en otro momento y ha enviado un mensaje de ánimo y fortaleza a la ciudadanía, instando a tener paciencia: "La necesitaremos para todos los desafíos que aún están por venir".

La primera edil recordó con emoción la tarde del 29 de octubre, una fecha que quedó marcada por la sorpresa de la inundación. "Han sido tres semanas donde la incredulidad ha estado acompañada de dolor, desesperación, necesidades y, sobre todo, solidaridad", expresó Sanz.

Una de las principales prioridades que la alcaldesa ha mencionado es la del equipo de profesionales del municipio, quienes desde el primer instante después de la inundación continuaron trabajando para brindar ayuda. "La mañana siguiente, sin ayuda, luz, agua o comunicaciones, ya estaban organizando operativos para la primera respuesta", añadió, enfatizando la dedicación y profesionalismo del equipo local.

Eva Sanz describió cómo, durante esa noche caótica, algunos vecinos, junto a miembros de la Policía Local y ella misma, trabajaron para cubrir las trampas de alcantarillado, asegurándose de que nadie cayera y verificando el bienestar de los demás. "Nunca olvidaré aquellos momentos y las historias desgarradoras de quienes perdieron a sus seres queridos", afirmó con profunda tristeza.

La alcaldesa también explicó que uno de sus principales objetivos ha sido la identificación de las víctimas, un proceso que no fue sencillo ya que el equipo judicial forense no llegó a la localidad hasta el jueves por la tarde. La apertura de un puesto de urgencias médicas, que comenzó con solo un botiquín y el apoyo de enfermeros y médicos voluntarios, se convirtió rápidamente en una prioridad, junto a la vigilancia de la Residencia de Ancianos, para garantizar su seguridad frente a los saqueos que tuvieron lugar.

Asimismo, la alimentación fue una preocupación crítica, dado que "no había ninguna tienda disponible". Sanz agradeció la solidaridad que fluyó desde los municipios cercanos, quienes jugaron un papel fundamental en el suministro de víveres en esos momentos críticos.

Las labores de rescate también incluyeron la revisión de garajes para detectar posibles víctimas y la remoción de vehículos que obstaculizaban el acceso a las viviendas, una tarea complicada al principio debido a la falta de maquinaria tras los daños sufridos. Desde la semana pasada, las acciones se han centrado en la limpieza de garajes y la remoción de lodos, mientras se comienza la evaluación de los vehículos afectados.

Finalmente, Sanz ha enfatizado la prioridad de que los niños regresen a la escuela, asegurando que se han enfocado en reparaciones para que, a partir del próximo lunes, todos los centros educativos puedan funcionar nuevamente. "Hemos decidido trabajar al máximo para que todo esté listo", concluyó la alcaldesa, reafirmando su compromiso con la comunidad frente a la adversidad.