En un contexto de creciente demanda educativa, la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo ha tomado medidas significativas para garantizar el acceso a la educación de aquellos estudiantes afectados por la reciente riada en València.

El 29 de noviembre, la administración educativa informó que los alumnos desplazados podrán continuar su aprendizaje en modalidad de acogida hasta que se les asigne una plaza definitiva en otra institución educativa. Este enfoque responde a un compromiso claro por parte de la Conselleria para salvaguardar la continuidad educativa de estos estudiantes en momentos difíciles.

La Secretaría Autonómica de Educación anunció esta decisión destacando que se había contemplado desde el primer momento, lo cual fue comunicado a través del portal Ítaca. Este enfoque se implementó desde la semana de la riada, siendo una estrategia inicial diseñada para facilitar el regreso a las actividades educativas.

Planteando acciones concretas, la Conselleria otorgó autorización excepcional a los centros públicos de Educación Infantil y Primaria para acoger a los niños y niñas de las áreas afectadas por las inundaciones. Esta medida ha sido recibida con amplio apoyo por parte de las familias y los ayuntamientos, lo que ha llevado a prorrogar su vigencia en dos ocasiones, un claro indicativo de su aceptación popular.

Desde la Conselleria, se recuerda a las familias que el siguiente paso para los estudiantes que deseen continuar en un centro diferente es la formalización de la matrícula. Este proceso requiere que se solicite plaza ante el órgano de escolarización correspondiente a la localidad donde se encuentra el centro de acogida, asegurando así que la asignación se realice de manera preferente a esta institución.

Este trámite, aunque formal, es crucial para ofrecer una seguridad jurídica a todos los estudiantes implicados. Actualmente, innumerables familias que se encuentran en situación de acogida están llevando a cabo el proceso de matrícula, y desde la administración se quiere enviar un mensaje de tranquilidad a todas las partes involucradas.

Se asegura que ningún alumno será retirado de su plaza escolar donde se encuentra acogido hasta que se le asigne una nueva ubicación, preferiblemente en el mismo centro. La Conselleria ha instruido a las instituciones educativas para que mantengan informadas a las familias sobre esta política.

Por otro lado, con el fin de abordar el aumento de alumnado en ciertos centros debido a la riada, la Conselleria está analizando opciones que contemplan la habilitación de más unidades y el correspondiente refuerzo de personal docente. En particular, en localidades como Picanya, ya se han tomado medidas concretas al respecto, demostrando una respuesta rápida a las necesidades emergentes de la población estudiantil.