"Resguardando los panoramas de la memoria, la sociedad precisamente se cohesiona", protege
VALÈNCIA, diez Jul.
'España fea. El caos urbano, el mayor fracaso de la democracia' (Enfrentamiento) es el título del libro en el que el periodista Andrés Rubio recorre las mayores "brutalidades" urbanísticas que se han perpetrado en el Estado y que tiene en la Comunitat Valenciana "un caso de muestra horrible".
Así lo afirma a Europa Press el creador de la obra preguntado por el papel que este territorio ha desempeñado en la construcción de esa "España fea".
"El ejemplo de la Comunitat Valenciana fué horrible, con todos esos casos de malas prácticas que hemos leído en los jornales mucho más los que jamás van a salir a la luz. El flaco consuelo es que otras comunidades, como Galicia o Canarias, asimismo están en los primeros puestos de la lista. Y, generalmente, puede decirse que todas y cada una de las comunidades autónomas participaron en el desarrollo destructivo desde el momento en que la Constitución de 1978 les dio las competencias en urbanismo".
"Este suceso --apunta-- condujo a un progresivo debilitamiento del Estado en su orden de velar por el bien común y el decoro urbano, la utilitas publica y el decor urbis del derecho de roma. El resultado está a la visión: la desprotección de los valores paisajísticos creó niveles de pesadilla".
Rubio afirma que "el patrón siempre y en todo momento es exactamente el mismo: especulación anárquica, corrupción política y también incultura" y advierte de que "España prosigue pagando un precio altísimo por no haber imitado el modelo francés, que tiene un Conservatorio del Litoral, organismo estatal que compra terrenos ribereños para resguardarlos ecológicamente, y un Cuerpo de Arquitectos y Urbanistas del Estado". En este punto, apunta que la próxima creación en Cataluña de un Conservatorio del Litoral "da esperanzas de que las cosas logren ir mudando para bien en todo el territorio".
A lo largo de su estudio, el creador relaciona estas aberraciones arquitectónicas y paisajísticas con las tramas de corrupción. Sobre esta vinculación, recuerda a la "histórica" activista Jane Jacobs, quien se encaró en los años cincuenta y sesenta al planificador jefe de Nueva York, Robert Moses, que pretendía que una autopista cruzase el sur de Manhattan demoliendo sitios históricos.
"Ella venció en esta guerra, lo que da un concepto de la relevancia del activismo ciudadano. Jacobs fue entre las primeras activistas que advirtió el carácter delincuencial del bloque inmobiliario. Cuando los agentes de todo el mundo inmobiliario tomas las bridas, y los pensadores de la región son apartados, las cosas empiezan a ir mal. Sin embargo, si los expertos de la arquitectura están en la primera línea del poder, como sucede en Francia con el mencionado Cuerpo de Arquitectos y Urbanistas del Estado, todo optimización", protege.
Preguntado por el enfrentamiento cerca de los llamados 'arquitectos estrella' y la situacion del valenciano Santiago Calatrava, el periodista dice que la Ciudad de las Artes y de las Ciencias es el grupo mucho más visitado de València, "un éxito turístico, mucho más que la Lonja, que es patrimonio mundial".
"Muchas personas valora ese lenguaje de Calatrava que no atiende como debiese a la escala ni a la configuración del espacio público y cuyos sobrecostes en los proyectos son maquillados por los políticos. Hay proyectos interesantes suyas, como la estación de ferrocarril de Zúrich, pero su deriva hacia una arquitectura del espectáculo muy del gusto estadounidense resulta agobiante", opina.
Asimismo, y sobre la intervención que hizo Enric Ruiz-Geli en el edificio del Ágora, a fin de que el edificio desarrollado por Calatrava acoja el nuevo CaixaForum València, Rubio piensa que, "indudablemente, enriquece la oferta cultural de la región con una aproximación arquitectónica atrayente".
En cuanto a la costa, el creador hace ver que, en oposición a lo que puede llevar a cabo meditar el estereotipo, la consistencia ecológica de Benidorm se está transformando "en un líder y figuras como Juan Guardiola, creador de la racional y muy elegante torre Coblanca I, son reivindicadas". Igualmente, ten en cuenta que Oriol Bohigas definió Benidorm como un "colosal bosque de edificios esbeltísimos" preparados en ristras con vistas al mar.
Frente a esto, para Rubio "la situacion de mayor negatividad sería la Manga del Mar Menor, en Murcia, con lo que representa de desarrollismo salvaje en un enclave de enorme valor ecológico, y asimismo Marina D'Or, por su banalidad arquitectónica para el turismo masivo". Alude asimismo al caso de Xàbia, cuya "expansión con apariencia de mácula de aceite configura un enclave disperso y poco sostenible".
Pese a estos "horrores", el creador manifiesta que "no cabe duda de que en España ha incrementado la preocupación entre la multitud por la destrucción de los panoramas" y destaca que València "tiene en este sentido una tradición admirable de activismo, como en las situaciones de El Saler, el cauce del Turia transformado en bosque urbano y, en fecha mucho más reciente, el movimiento para socorrer el Cabanyal".
"Resguardando esos panoramas de la memoria, la sociedad precisamente se cohesiona. Ojalá el Anillo Verde, de ámbito comarcal, consigua completarse con la mayor ambición y Valencia se sume de esta manera a la renaturalización en marcha en las primordiales ciudades y áreas metropolitanas de europa", concluye.