Entre los competidores perdió sus colmenas en el incendio de Bejís y no ha recibido "ningún género de asistencia": "Se me fue todo al garete"
VALÈNCIA, 23 Feb.
Apicultores valencianos han protestado este jueves con una 'camionada' desde Quart de Poblet hasta València y bañándose en miel para reclamar a las gestiones un "plan de salve" que reactive este ámbito "absolutamente arruinado" y para enseñar su rechazo al acuerdo del Consell de la 'pinyolà'.
"No son solo nuestras explotaciones, es el ecosistema terminado el que está en riesgo" pues "si desaparecen las abejas y los apicultores" que polinizan los campos, "no hay alimentos, no hay agricultura y no hay vida en este mundo ni biodiversidad", han denunciado representantes del campo en afirmaciones a los medios.
La 'camionada', donde participaron cien automóviles según las organizaciones convocantes, ha salido sobre las 08.00 horas de Quart de Poblet para marchar hacia València y concentrase en frente de la Conselleria de Agricultura y Les Corts. Han participado La Unió Llauradora i Ramadera, AVA-Asaja, Asaja Alicante, UPA-PV, CCPV-COAG, ApiAds, La Osa, Arva y APAC.
Estas organizaciones demandan ayudas agroambientales a la biodiversidad "dignas", unas ayudas directas de 25 euros por colmena y rechazan el acuerdo del Consell de la 'pinyolà'. También critican que la apicultura trashumante esté excluida de las bonificaciones del gasóleo profesional, que el plan de viabilidad autonómico de la apicultura lleve ahora un par de años "en el cajón de los olvidos" y los costos a la baja de la miel a consecuencia de las masivas importaciones que proceden de terceros países.
El responsable del ámbito apícola de CCPV-COAG, Pablo Sáez, ha denunciado que "el ámbito está completamente en la ruina" y "la Administración no hace nada en lo más mínimo para preservar y sostener el valor que tiene la apicultura, que es la polinización del medio natural". "No son solo nuestras explotaciones, es el ecosistema terminado el que está en riesgo", informa.
Según Sáez, "en este preciso momento entre el 50 y 60 por ciento de las colmenas de este territorio están en los guardes, vacías y fallecidas" y "la poca miel que se ha producido no se está comercializando por el hecho de que las escasas compras que se efectúan se hacen a 3,20 euros", en frente de un coste de producción que "sobrepasa los 4 euros". También puso el foco en "la rivalidad desleal" por la parte de "unas falsas mieles que están accediendo por los puertos de València, Barcelona y Algeciras".
"Si en todo el territorio español la situación es mala, aquí es bastante peor, pues llevamos 30 años con una normativa que nos expulsa de nuestro territorio, que es el decreto de la pinyolà", ha expuesto.
Sáez explicó que las explotaciones están cerrando y que "se hace muy difícil" que los jóvenes prosigan con la tradición y el trabajo de las compañías familiares. "Nos encontramos absolutamente arruinados, llevamos tres años con malísimas cosechas, además del incremento de los costos de producción, de la rivalidad desleal de la industria que trae una cantidad enorme de toneladas de falsa miel al mercado. Queremos que la administración valenciana como el estado español trabajen para arreglar estas inconvenientes", ha pedido.
En exactamente la misma línea, el veterinario responsable de la agrupación ApiAds, Enrique Simó, ha sobre aviso de que "la apicultura está en extinción, sufriendo al filo del ocaso" y "en uno años no quedarán apicultores, este trabajo milenario va dejar de existir y no va a haber opción alternativa, no hay un plan B. Si desaparecen las abejas y los apicultores, si no hay alimentos, no hay agricultura y no hay vida en este mundo ni biodiversidad".
Simó ha lamentado que "cada día que pasa hay cientos y cientos de apicultores que están dejando la actividad" y aseguró que "eso es irreparable para el ecosistema, pues cada colmena que está viva en el campo, que sostiene un apicultor, crea 1.500 euros en polinización al ecosistema" y "cada kilo de miel son millones de flores polinizadas".
"En el momento en que tú compras una miel de importación, esa miel no poliniza nuestros ecosistemas. Si compras una miel de un productor local, andas comprando esa miel y además de esto regalándole al ecosistema cien euros en polinización" y prestando asistencia a un apicultor "que ha polinizado millones de flores". "Si ese apicultor deja su actividad, no lo hará absolutamente nadie", advierte.
El apicultor Javier Molins se encuentra dentro de los expertos que se han bañado en miel este jueves para denunciar su situación. Explica que sus colmenas, cerca de 155, han quedado asoladas por el incendio de Bejís (Castellón), que calcinó una área de 20.000 hectáreas de lote forestal.
"Tenía una apicultura ecológica y se me fué todo al garete, debo iniciar de cero", ha lamentado, antes de argumentar que todavía no ha recibido "ningún género de asistencia" alén de la indemnización del seguro y que las llamas supusieron para él una pérdida económica de entre 30.000 y 40.000 euros.
