VALÈNCIA, 24 de octubre.

El centro comercial Bonaire, ubicado en Aldaia (Valencia), ha resurgido un año después de sufrir los estragos causados por la DANA, convirtiéndose en un símbolo de la resiliencia y la reconstrucción de la zona, que fue objeto de numerosos rumores infundados en los primeros momentos de la crisis.

En una entrevista reciente, la directora de Marketing y Comunicación de Castellana Properties, propietaria de Bonaire, Cristina Macarrón, afirmó con firmeza que el centro comercial se encuentra en un estado óptimo. “Estamos en un punto realmente excelente”, subrayó.

Macarrón recordó que la gestión de la propiedad se inició en marzo de 2025, tan solo un mes después de que el centro reabriera sus puertas, y destacó que se presentó ante ellos un espacio ya renovado y modernizado. La reapertura, según explicó, se implementó de forma gradual.

La portavoz remarcó que desde entonces, los indicadores han mostrado una evolución favorable, con una afluencia de visitantes muy próxima a las cifras previas a la catástrofe. Además, el volumen de ventas ha aumentado un 4% en comparación con los datos anteriores al 29 de octubre de 2024. “Desde el primer día, la comunidad expresó su deseo de retomar la normalidad y continuar con sus vidas tal como lo hacían antes”, afirmó.

Respecto a los rumores que se propagaron durante las primeras jornadas tras el desastre, particularmente aquellos sobre vehículos sumergidos en el aparcamiento del centro, que cuenta con 5.700 plazas, de las cuales 1.800 son subterráneas, Macarrón aseguró que los protocolos de seguridad implementados demostraron ser efectivos.

Es importante destacar que la información falsa que circuló, especialmente a través de las redes sociales, fue desmentida tan pronto como los operativos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Policía Científica finalizaron la tarea de desagüe, sin encontrar ningún tipo de víctimas.

“Los protocolos de seguridad funcionaron y eso quedó probado”, enfatizó Macarrón, subrayando que el aparcamiento está actualmente operativo y totalmente recuperado. En el centro comercial Bonaire se respira un ambiente de “completa normalidad”, con un regreso a la actividad que es “muy satisfactorio” y lleno de “optimismo e ilusión”.

Bonaire, reconocido como el centro comercial más grande de la Comunidad Valenciana y uno de los diez más relevantes de España, es considerado un “motor económico y social”, con más de 2.300 empleos creativos que apoya a la comunidad local.

La estabilidad que propugna se refleja en la plena ocupación de las instalaciones, que operan al “cien por cien”, además, “las métricas nos ofrecen un pronóstico altamente favorable”. Tras la reapertura en febrero, se han registrado diez nuevas marcas que han abierto sus puertas, y muchas más quieren establecerse allí, a pesar de que no hay espacio disponible en este momento. Macarrón anunció que se prevé la llegada de cuatro nuevas marcas antes de que acabe 2025.

En cuanto al futuro de Bonaire, Macarrón considera que el centro se ha convertido en un “referente” en la región y enfatiza que está “mejor que nunca”. “Totalmente renovado y fortalecido”, añadió. El centro sigue desempeñando un papel crucial en la economía, en lo social y en la creación de empleo, y se están evaluando 10.000 m2 adicionales que podrían desarrollarse para encontrar “la mejor opción” para su futuro, que ella prevé muy prometedor. “Hay mucho optimismo y muchas ganas en el aire”, concluyó.

Bonaire fue uno de los muchos objetivos de desinformación que surgieron tras las inundaciones. Un estudio realizado por la Universitat Politécnica de València (UPV) y la VIU informa que tres de cada cuatro rumores propalados tras la devastadora riada eran falsedades creadas con el fin de engañar, y que aproximadamente el 75% de estos mensajes se difundieron en plataformas sociales como X, Instagram y WhatsApp, motivando miedo, indignación y rechazo hacia las entidades gubernamentales.

La investigación liderada por Germán Llorca-Abad, profesor de Comunicación Audiovisual de la UPV, junto a Alberto E. López Carrión, de la VIU, señala que se identificaron 192 bulos entre las 185 noticias publicadas entre el 28 de octubre y el 17 de noviembre de 2024. Entre los más mencionados se encontraba el rumor sobre el aparcamiento de Bonaire, impulsado por influencers y figuras mediáticas que alimentaron su difusión en entornos como Instagram y TikTok, además de otras teorías conspirativas sobre la supuesta destrucción de presas “del franquismo”.

No se trata del único análisis comunicativo de la DANA en Valencia. Otros investigadores, como Iván Arcos y Paolo Rosso de la UPV, junto con Ramón Salaverría de la Universidad de Navarra, elaboraron un documento que examina los “patrones emocionales divergentes en la desinformación en redes sociales”, revelando que apelar a las emociones es una práctica común en situaciones de crisis, con diferencias en las respuestas emocionales según la plataforma utilizada.

Los datos recopilados identificaron términos relacionados con la DANA y la desinformación, incluyendo “conspiración”, “fallecidos ocultados”, “engaño” y “manipulación”, todos elementos que reflejan el clima de confusión que se aprovechó en esos momentos.

A pesar de esta oleada de desinformación, se han resaltado los esfuerzos de los medios de comunicación como aliados fundamentales en situaciones de emergencias, destacando un estudio reciente de la Universitat de València que argumenta que los medios se enfocaron en la gravedad de los fenómenos meteorológicos y sus consecuencias, logrando comunicar efectivamente la magnitud del desastre.