Caluroso recibimiento con música y aplausos para los estudiantes reubicados del colegio de Massanassa.
VALÈNCIA, 25 de noviembre. En un emotivo evento, los estudiantes del CEIP Lluís Vives de Massanassa, reubicados temporalmente en la antigua escuela de Magisterio de Valencia, han sido recibidos con música y vítores al regresar a clases.
Cientos de niños, provenientes de una de las áreas más afectadas por la reciente dana del 29 de octubre, han hecho su ingreso a las aulas de València en la mañana de hoy. Este regreso a la rutina escolar ha generado un ambiente de alegría, a pesar de las circunstancias que llevaron a esta situación.
Sin embargo, este momento de celebración se ha visto ensombrecido por la reciente tragedia que golpeó a la comunidad educativa. Ayer, el colapso de un porchado en la institución provocó la trágica muerte de un operario de Tragsa, de 51 años, y dejó a otro trabajador con heridas. La preocupación por la seguridad de los estudiantes y el personal se ha vuelto prioritaria tras este incidente.
El conseller de Educación, José Antonio Rovira, comentó en una "reunión de urgencia" realizada el domingo en el Palau de la Generalitat que el CEIP Lluís Vives ha sido clasificado como un centro de riesgo. Subrayó que, debido a los daños significativos ocasionados por la riada, los alumnos no podrán regresar a sus instalaciones en un futuro cercano. Según el conseller, la devastación afecta a puertas, ventanas, cerramientos y acabados, dejando el lugar en un estado lamentable.
Como solución temporal, el traslado a la antigua escuela de Magisterio se ha presentado como una medida provisional. Rovira también sugirió la posibilidad de instalar aulas prefabricadas en el futuro, considerando que la necesidad de una respuesta rápida es apremiante ante la crítica situación del centro.
El 7 de noviembre, el Ayuntamiento de Massanassa había alertado a través de un mensaje en Instagram sobre la prohibición de acceso a los colegios Lluís Vives y Ausiàs March debido a los riesgos de colapso. Esta medida se adoptó como una precaución ante un posible derrumbe de las estructuras.
Àlex, miembro de la junta del AMPA del colegio, comentó a Europa Press Televisión que la gestión del Ayuntamiento fue adecuada al emitir las advertencias pertinentes, y que se tomó la decisión de colocar cintas de balizamiento para mantener a la población alejada de la zona de peligro. Además, enfatizó que desde las direcciones de los colegios se había transmitido la posibilidad de un derrumbe, recordando que la institución tenía 50 años y presentaba problemas eléctricos significativos. La situación, que ya estaba dentro del Plan Edificant para su renovación, podría verse ahora acelerada por este incidente desafortunado.
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