Cerca de 811.000 estudiantes en la Comunitat comienzan el curso enfrentando retos por daños de la dana y se centran en la reconstrucción.
Más de 3.000 estudiantes de los ocho centros educativos más afectados por las inundaciones estarán asistiendo a clases en aulas prefabricadas mientras se inicia la construcción de nuevas instalaciones educativas.
El conseller de Educación, José Antonio Rovira, ha señalado que el nuevo año escolar será un periodo lleno de “oportunidades” y ha prometido una mayor presencia docente. “Las cifras son claras y las personas son las que a veces mienten”, aseguró.
En total, se espera que 810.730 alumnos inicien el curso escolar 2025-2026 en la Comunitat Valenciana, lo que representa una reducción de 1.789 estudiantes en comparación con el año anterior debido a la baja natalidad. El curso comenzará oficialmente el próximo lunes, 8 de septiembre, abarcando todas las etapas educativas, desde Infantil hasta la Formación Profesional.
Rovira, durante la rueda de prensa habitual, describió este ciclo escolar como “el de las oportunidades” y resaltó que estará fundamentado en tres pilares clave: la implementación total de la Ley de libertad educativa, el enfoque en la reconstrucción educativa de las áreas golpeadas por la dana, y el fortalecimiento de la educación pública a través de más recursos y calidad.
La devastadora tormenta del 29 de octubre de 2024 sigue teniendo repercusiones en el regreso a las clases, ya que 3.079 estudiantes que poseen vínculos con los centros dañados estarán utilizando aulas temporales durante varios meses, lo que incluye a casi la mitad de los estudiantes del IES de Catarroja.
Dentro de este curso, se abrirán un total de 18 nuevas instituciones educativas, de las cuales nueve comenzarán a operar el próximo lunes. Ocho de estas son escuelas que sufrrieron daños por el temporal, con una inversión aproximada de 70 millones de euros destinada a su reconstrucción.
Por otra parte, ciertas complicaciones en la habilitación de centros en la denominada “zona cero” han sido atribuidas por el conseller a problemas de suministro, lo que ocasionará un retraso de uno o dos días en el inicio de clases en el Lluis Vives y el Ausiàs March de Massanassa, así como en L'Orba de Alfafar, donde la festividad del lunes también jugará un papel en esta demora. En total, estos retrasos afectarán a más de 600 estudiantes.
El conseller ha enfatizado que, a pesar de los ajustes que puedan ser requeridos en los colegios afectados por la inundación, la seguridad del alumnado no será comprometida, y que cualquier trabajo será realizado en horarios no conflictivos.
Respecto a la total implementación de la Ley de libertad educativa, Rovira destacó que, luego de la consulta a las familias sobre el idioma de instrucción, y a pesar de las críticas que recibe, se evidencia un “éxito” con más del 99,80% de alumnos optando por la lengua que eligieron sus familias.
Rovira también mostró su descontento hacia la “izquierda” y ciertos sindicatos, afirmando que, “frente al ruido que intentan generar ciertas voces, los números son irrefutables: este será un curso con más docentes —un total de 83.592, un récord—, además de más plazas y grupos en Escuelas de Idiomas y Formación Profesional, junto con refuerzos en matemáticas y competencias lectoras”. “Las personas pueden tener opiniones, pero los datos son los que son”, sentenció.
Además, criticó la “amenaza de un otoño caliente” con posibles movilizaciones en el sector, recordando que el único gobierno que aumentó los salarios de los docentes valencianos fue el del PP en 2007, cuando él mismo era director general. “No creo que intentos de presión a este conseller sean casuales, y tampoco es casualidad que durante los ocho años de gobierno del Botànic no se hicieran reclamaciones salariales”, concluyó con firmeza.
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