La Guardia Civil está llevando a cabo una investigación sobre un conductor que fue sorprendido el pasado 15 de enero conduciendo con una tasa de alcohol tres veces superior a la permitida y en sentido contrario por la V-31, en la Pista de Silla. Según el comunicado emitido por el instituto armado, el conductor también presentaba una pierna escayolada y conducía sin calzado.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 02:20 horas del mencionado día, cuando una patrulla del destacamento de Tráfico Valencia, que se encontraba en el kilómetro 9,500 de la V-31 realizando labores preventivas de vigilancia de la seguridad vial, observó cómo un vehículo accedía por la vía de servicio a la Pista de Silla y comenzaba a circular en sentido contrario a lo largo de aproximadamente 500 metros, antes de entrar en la autovía y tratar de incorporarse a los carriles en dirección de Alicante hacia Valencia.

El conductor, al percatarse de que se encontraba circulando en sentido contrario, realizó una maniobra de cambio de dirección que puso en peligro a otros usuarios de la vía, quienes tuvieron que maniobrar para evitar una colisión. Luego, el conductor continuó su trayecto a gran velocidad por la V-31 en dirección a Valencia, esta vez en la dirección correcta.

La Guardia Civil alertó de inmediato a la Central COTA de Valencia y al Centro de Gestión de Tráfico, y salió a buscar y detener al vehículo en cuestión. Después de una breve persecución, los agentes lograron detener e identificar al conductor, un hombre de 31 años de nacionalidad española, que al ser sometido a las pruebas de alcoholemia reglamentarias, dio positivo con una tasa de alcohol tres veces superior al límite permitido.

En consecuencia, y tras llegar al lugar un equipo de investigación de Siniestros del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Valencia/Destacamento de Gandia, el conductor fue investigado como presunto autor de dos delitos contra la seguridad vial: por conducir de manera temeraria y bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Estos delitos pueden acarrear penas de prisión de hasta dos años, así como la privación del derecho a conducir por un período de hasta seis años.