Organizadores autonómicos de trasplantes abordan en València la donación de órganos tras la prestación de asistencia para fallecer
VALÈNCIA, 3 Feb.
Cuatro personas que se sometieron al desarrollo de eutanasia en la Comunitat Valenciana eligieron conceder sus órganos desde la entrada en vigor de la Ley que la regula en verano de 2021, una resolución que hizo probables 13 trasplantes.
Para los expertos sanitarios que se dedican a este desarrollo, "el encontronazo en salud que tiene ese ademán de donación es abrumador" y contribuye "algo de consuelo en una situación trágica, prolongada en el tiempo y realmente difícil para las familias": "Son niveles muy tristes, pero al unísono muy reconfortantes desde nuestro criterio, por el hecho de que verdaderamente el deseo del tolerante se cumple".
Así lo comentan la directiva de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil, y el coordinador de trasplantes de la Comunitat Valenciana, Rafael Zaragoza, que este jueves y viernes participaron en València en la XX asamblea monográfica de organizadores autonómicos de trasplantes, cuya última día se ha basado en la donación de órganos tras la prestación de asiste para fallecer. Un acercamiento que ha reunido a 76 organizadores, 52 que proceden de otras comunidades autónomas.
La Ley de Eutanasia entró en 2021 ofertando la oportunidad de una muerte asistida a pacientes con "padecimiento grave, crónico y también imposibilitante o patología grave y también insanable, causantes de un padecimiento inaceptable". Solo ese verano siete muertos por eutanasia donaron sus órganos en España y desde ese momento, según señala Domínguez-Gil, con datos hasta diciembre de 2022, hubo 49 personas que, al escoger este desarrollo, asimismo optaron por conceder sus órganos, que llegaron a 135 pacientes receptores.
"Usamos siempre y en todo momento la palabra apabullados, nos encontramos apabullados", acepta la encargada de la ONT. Aunque al aprobarse la ley aguardaban que llegaran las necesidades "por de qué manera es la sociedad de españa, desprendida", no preveían el número de peticiones que recibieron, ha señalado. Entonces solo conocían la experiencia de tres países en los que se han iniciado procesos de donación en este ámbito de fallecimiento, que son Bélgica, Canadá y Países Bajos.
La doctora enseña que sabían que iban a hallarse pacientes que expresarían su deseo de ser donantes en "un ámbito de fallecimiento que era de manera perfecta coincidente con la donación", al paso que el sistema sanitario tenía "un programa de donación en asistolia que lo hacía técnicamente viable pues además de esto es posible ahora en todos y cada uno de los centros de salud del país".
Las personas que deciden someterse a un desarrollo de asiste para la desaparición "frecuentemente" padecen patologías neurodegenerativas, con el resto de sus órganos en buen estado y con un ratio para lograr trasplantar "mucho más prominente aun que los donantes habituales", según especifican. Además "son mucho más jóvenes que los donantes comunes", con una edad comprendida entre los 40 y 50 años, y que "no tuvieron un ingreso en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), que asimismo provoca que varios órganos se vayan estropeando".
Los organizadores de trasplantes comenzaron a trabajar "primero con unas sugerencias en general y ahora este año entró en vigor un Protocolo Nacional que fue adoptado por la Comisión Permanente de Trasplantes del Consejo Interterritorial y que trata de armonizar el desarrollo de donación, que es "un desarrollo ad-hoc" único para cada tolerante, cuenta Domínguez-Gil.
En estos nuevos métodos, resalta el doctor Zaragoza, "el centro de todo es el tolerante y su deseo", que "tiene asimismo derecho a la información de poder ser donante". Un "reto" pues, "en el momento en que no lo hiciste jamás y es tu primera oportunidad, te hallas con, no escollos, pero puedes tener pequeños inconvenientes", acepta el doctor Zaragoza. De ahí que los organizadores de trasplantes estén festejando jornadas en las que los expertos que se han enfrentado a este desarrollo distribuyen sus vivencias.
El desarrollo de toma de resoluciones relativo a la eutanasia y el desarrollo de toma de resoluciones relativa la donación "son independientes", insisten los expertos. "Esto es primordial a fin de que el tolerante tome de manera completamente libre sus resoluciones", según Domínguez-Gil.
El médico responsable del tolerante es "el que debe saber cuándo, de qué forma y si es conveniente proponerle si desea recibir información sobre la donación" y, en caso afirmativo, esa información la da el coordinador de trasplantes.
Uno de los puntos esenciales que tienen que entender los pacientes es que "por el hecho de estimar ser donante de órganos ordena a que la prestación y el fallecimiento tengan sitio en el hospital", pero "es obvio que hay personas para las que es esencial fallecer en su hogar", reconoce. "Son personas que frecuentemente no desean ir al hospital por el hecho de que ahora llevan una carga esencial y estamos con la necesidad de realizar estudios metódicos, pruebas de imagen...", dice la doctora.
En ese sentido, enseña que se están empezando protocolos que dejen que el desarrollo empieze en la vivienda de los pacientes, "pero la prestación siempre y en todo momento ha de ser en el hospital". Aun de esta manera, el ahínco se enfoca en "producir la menor irritación viable".
La directiva de la Organización Nacional de Trasplantes reitera que que sugerir a los pacientes esta alternativa en el desenlace de su historia no hay que ver como "una exclusiva vía de acrecentar el 'pool' de donantes" ni desde una visión utilitarista", pues "lo esencial es cumplir el deseo de un individuo y toda la coordinación se enfoca en cumplir ese deseo, que tiende a ser estimar contribuir a cuantas mucho más personas logre", ha recalcado.
"El encontronazo en salud que tiene el ademán de donación es abrumador. Cumplimos con una intención y con un ademán y logramos multiplicar su encontronazo, por el número de personas que se trasplantan. Y entonces, por otra parte, el efecto que esto tiene asimismo en el ambiente familiar, por el hecho de que es lógicamente algo de consuelo en una situación trágica, prolongada en el tiempo y realmente difícil para estas familias", muestra Domínguez-Gil.
Al margen del desarrollo de eutanasia, el propósito del ONT es medrar en el número de trasplantes totales. En 2019, España alcanzó su "récord histórico" en donaciones y trasplantes, pero en 2020 y 2021 la pandemia de coronavirus provocó un retroceso. Una vez pasada la crisis sanitaria, "prácticamente" se ha "equiparado" el resultado previo.
"Nuestro propósito este año es medrar. Esto como es natural va a ayudar, pero son muchas otras las líneas que verdaderamente tendrán un encontronazo cuantitativo mucho más importante en el volumen total de donantes y es realmente difícil realizar conjeturas (...). Va a depender bastante de la implementación de la legislación y de los protocolos", ha comentado.