La situación de emergencia en la provincia de Castellón persiste bajo la situación 1 del Plan de Inundaciones, mientras que en Valencia se encuentra en situación 2. Las autoridades se han mantenido alertas tras los recientes acontecimientos climáticos que han afectado a la región.

El Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat ha anunciado este 4 de noviembre la finalización de la alerta amarilla por lluvias y tormentas en el norte de Castellón, lo que significa que ya no existen alertas vigentes en toda la Comunitat Valenciana. Sin embargo, la cautela se mantiene en ambas provincias, siendo necesario seguir monitorizando la evolución de la situación.

De acuerdo a la última reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi), celebrada el lunes por la tarde, la decisión de mantener los planes de inundación en Castellón y Valencia responde a la preocupación por los estragos causados por la DANA desde su llegada la semana pasada, que ocasionó serias inundaciones y daños en diversas localidades.

Para hacer frente a esta crisis, un despliegue masivo de recursos sigue activo sobre el terreno. Más de 1.700 bomberos provenientes de 42 organismos diferentes, junto con 6.700 militares, están trabajando arduamente, cifra que se prevé aumentará a 7.800 en las próximas horas. Este esfuerzo conjunto refleja la seriedad de la situación y la determinación de las autoridades para restablecer la normalidad.

En lo que respecta a la seguridad ciudadana, la coordinación entre las fuerzas del orden es crucial. Actualmente, hay 6.000 efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil, además de más de 400 miembros de las policías locales y 103 agentes de la policía adscrita a la Generalitat, todos ellos dedicados a garantizar la seguridad y asistencia a los afectados.

Estos equipos están involucrados en diversas labores, que incluyen la recogida de escombros y residuos, el achique de agua, así como la revisión de las estructuras de edificios y las infraestructuras de transporte, como carreteras y vías ferroviarias. También se están verificando las instalaciones de distribución de agua, electricidad y gas para asegurar que estos servicios se reanuden con prontitud.

Las últimas informaciones de Emergencias indican que se ha logrado restablecer el 98% del servicio eléctrico y que el 93% de la población afectada cuenta ya con suministro de agua, aunque se recomienda el uso de agua embotellada para el consumo humano hasta que se garantice la potabilidad del agua de la red.

En cuanto al estado de las carreteras, la situación sigue siendo complicada en Valencia, donde permanecen cerradas varias rutas clave, entre ellas la A-7 desde Quart de Poblet a Torrent, la N-3 en Siete Aguas, y la CV-33 en Torrent, entre otras. En Castellón, la CV-134 en La Salzadella y la CV-137 en Càlig también se encuentran intransitables.

Además, las autoridades de Cecopi han establecido limitaciones a la circulación ante el riesgo de congestión en las principales vías de entrada y salida de Valencia. Se aconseja a la población optar por el teletrabajo y evitar el uso del vehículo privado cuando sea posible.

Las restricciones se extienden también al tráfico de camiones con origen y destino en Valencia, hasta que se pueda activar un nuevo desvío en la A-7 con la A-3. Asimismo, se mantienen limitaciones en diversas vías estatales y autonómicas para garantizar la seguridad en estos momentos críticos.