Crónica Valencia.

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Descubren neuronas clave en el control de la ansiedad y trastornos sociales.

Descubren neuronas clave en el control de la ansiedad y trastornos sociales.

ALICANTE, 3 de julio. Un reciente estudio realizado por el Instituto de Neurociencias, una colaboración entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Miguel Hernández de Elche, ha arrojado luz sobre un grupo particular de neuronas en la amígdala, una sección del cerebro fundamental en la regulación de las emociones. Este hallazgo muestra que estas neuronas son determinantes en el surgimiento de problemas como la ansiedad, la depresión y alteraciones en el comportamiento social.

El estudio, que ha sido publicado en la revista ‘iScience’, revela que lograr restablecer el equilibrio de excitabilidad en un área específica de la amígdala puede ser suficiente para revertir conductas adversas en ratones, según se informó oficialmente.

El profesor Juan Lerma, que dirige el laboratorio de Fisiología Sináptica en el CSIC, destacó que aunque era conocido el papel de la amígdala en la ansiedad y el miedo, ahora se ha identificado un grupo específico de neuronas cuya actividad puede inducir comportamientos patológicos cuando está desbalanceada.

En este trabajo, los investigadores utilizaron ratones modificados genéticamente para que sobreexpresaran un receptor cerebral llamado GluK4, el cual responde al glutamato, un neurotransmisor esencial. Esta modificación incrementa la efectividad de la comunicación neuronal y simula la duplicación genética vista en casos de autismo.

Los ratones diseñados en 2015 por este laboratorio mostraron comportamientos de ansiedad y aislamiento social que se asemejan a los trastornos que enfrentan individuos con autismo o esquizofrenia, lo que subraya la relevancia de este estudio.

A través de técnicas avanzadas de ingeniería genética y virus modificados, el equipo de investigación logró “normalizar” la expresión del gen específicamente en las neuronas de la región de la amígdala relacionada con la ansiedad y la emoción. Esto logró restaurar la interacción con otras neuronas inhibidoras, que juegan un rol crucial en el control de la ansiedad.

Álvaro García, primer autor del estudio, comentó que este simple ajuste fue suficiente para revertir comportamientos asociados con la ansiedad y problemas sociales, lo cual resulta notable. Los investigadores evaluaron a los roedores utilizando diversas técnicas electrofisiológicas y pruebas que analizan los estados de ansiedad y depresión, así como sus interacciones sociales.

Además, los científicos aplicaron un protocolo similar en ratones no modificados que presentaban ansiedad intrínseca, obteniendo resultados positivos también en este grupo. Lerma resaltó que estos hallazgos validan la investigación y sugieren que el mecanismo descubierto podría ser un principio general en la regulación de las emociones en el cerebro humano.

A pesar de los logros, el CSIC advirtió que algunos déficits conductuales permanecieron después de los experimentos, como la memoria de reconocimiento de objetos, indicando que existen otras áreas del cerebro, como el hipocampo, que no fueron abordadas en este estudio y que también están implicadas en estos trastornos.

Este estudio abre un nuevo horizonte para el desarrollo de terapias innovadoras. Según los investigadores, dirigir los tratamientos hacia estos circuitos neuronales específicos podría ofrecer una estrategia más efectiva y precisa para abordar trastornos afectivos.

Esta investigación ha recibido el apoyo financiero de diversas entidades, incluyendo la Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, el Programa Severo Ochoa del Instituto de Neurociencias CSIC-UMH, el Fondo Europeo de Desarrollo Regional y programas de la Generalitat Valenciana.