Agentes de la Policía Nacional han desmantelado una supuesta trama delictiva que ha defraudado a 13 personas en toda España mediante la duplicación de tarjetas SIM de sus teléfonos móviles, en una práctica conocida como "sim swapping". Los delincuentes utilizaban estas tarjetas duplicadas para acceder a las aplicaciones de banca en línea de las víctimas y realizar transferencias fraudulentas a otras cuentas.
La operación, que duró varios meses, finalizó con la detención de ocho individuos en Alicante, quienes presuntamente estafaron a un total de 13 personas en todo el país, apropiándose de un monto total de 118.086,66 euros, según información proporcionada por las autoridades.
La investigación comenzó cuando la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Judicial de Alicante descubrió la existencia de una red delictiva establecida en la provincia. Esta red se especializaba en el sim swapping, una forma de estafa mediante la duplicación de tarjetas SIM de telefonía móvil, con el objetivo de cometer fraudes a través de la banca en línea.
Uno de los detenidos trabajaba en una tienda de telefonía y supuestamente se encargaba de duplicar las tarjetas SIM de los clientes para luego entregárselas a otros miembros de la trama.
Los ciberdelincuentes que realizaban las operaciones bancarias fraudulentas obtenían un gran número de tarjetas SIM duplicadas gracias a la participación de este individuo. Luego, introducían estas tarjetas en otro teléfono móvil y descubrían la entidad bancaria con la que operaba la víctima. En caso de no conocer esa información previamente, la obtenían del operador.
Posteriormente, se comunicaban con el banco argumentando haber olvidado la contraseña de la banca en línea y solicitaban su reinicio. Mientras tanto, la víctima experimentaba problemas de conexión y perdía el control de su teléfono debido a la utilización de la tarjeta SIM duplicada por los ciberdelincuentes.
Una vez que obtenían las contraseñas de la banca en línea, los miembros de la trama comenzaban a realizar transferencias fraudulentas a cuentas de terceros, a las cuales denominaban "mulas". Estas personas se encargaban de retirar el dinero en efectivo en cajeros automáticos o ventanillas de bancos, dificultando así el rastreo del dinero.
Los miembros de la trama que actuaban como "mulas" recibían una comisión por el dinero recibido en sus cuentas, convirtiéndose en el eslabón más vulnerable de la organización, ya que estaban más expuestos a ser descubiertos por las autoridades.
En total, la trama logró obtener un botín estimado en 118.086,66 euros a través de 16 operaciones fraudulentas en las cuentas de 13 víctimas en Alicante, Madrid y Zaragoza.
Finalmente, los investigadores pudieron identificar al operador de la tienda de telefonía como el primer eslabón de la cadena delictiva. Tras su detención en Alicante, se logró determinar la identidad de los demás miembros de la organización.
En consecuencia, se llevó a cabo la detención de un total de ocho personas en Alicante, siete hombres y una mujer, con edades comprendidas entre los 24 y 48 años y de nacionalidades española y rusa. Después de comparecer ante las autoridades policiales, fueron puestos en libertad a la espera de ser citados para comparecer en sede judicial cuando sean requeridos para ello.