VALÈNCIA, 1 Mar.
La infrafinanciación de la Comunitat Valenciana es la causa del 75,5 por ciento de su endeudamiento, que representa un 44% del PIB, y piensa una carga "inasumible" que hace precisa una reforma del sistema de financiación autonómica (SFA) que vaya aparejada a una condonación o reestructuración "combativa" de la deuda enlazada a la infrafinanciación. La única vía a fin de que la Comunitat Valenciana logre regresar a financiarse en los mercados.
Así lo han defendido especialistas de AFI, Fedea, AIReF, Funcas y también Ivie a lo largo de la 'Día IvieLAB. Deuda y sostenibilidad de las finanzas autonómicas', que se ha festejado en València para emprender la necesidad de reformar el sistema de financiación autonómica.
El estudioso del Ivie Francisco Alcalá ha anunciado el informe 'Insuficiencia amontonadas y separación de equilibrios en la financiación de las Comunidades Autónomas', que refleja que la infrafinanciación de la Comunitat Valenciana es la primordial causa de su endeudamiento, que en 2022 representa el 44% del PIB de la zona, pero asimismo le ordena a aumentar la presión fiscal sobre la ciudadanía sobre la media. Deuda y mucho más impuestos son precisos para lograr tener elementos que dejen prestar servicios públicos escenciales.
Alcalá enseña que el propósito del estudio es que las CCAA "vuelvan a los mercados financieros", para tener "una especialidad fiscal que no esté dirigida por los criterios políticos" y las "afinidades" del Gobierno central actualmente. El inconveniente, indicó, es que salir a los mercados "no es sostenible sin una absorción del Estado de la deuda", por el hecho de que abonar géneros de interés en los mercados supondría gastar el 12% del presupuesto financiero de la Comunitat en abonar intereses, en el momento en que "ni llega la financiación para abonar los servicios". "Hay que realizar una quita", protege.
El estudio expone que la modificación del modelo de financiación en 2009 dio rincón a desequilibrios y un inconveniente de insuficiencia colectiva. La financiación eficaz por habitante configurado de las CC.AA. de régimen común cayó un 11,3% y la verdad financiera para la Comunitat Valenciana, sabiendo la financiación eficaz en vez del impreciso cálculo normativo que efectúa nuestro SFA, es que sus elementos han caído un 12,6%, desde los 2.592€ euros por habitante configurado a lo largo del modelo previo a los 2.265€ entre 2009 y 2019.
La financiación eficaz homogénea de la red social mejor tratada por el sistema, Cantabria, es un 31,4% mayor a la de la zona peor considerada, la Comunitat Valenciana. Esto significa 729€ menos por habitante configurado para atender las pretensiones de su ciudadanía.
Las secuelas de la infrafinanciación de la Comunitat, que consigue los 36.550 millones de euros a fines de 2019 (7.509€ per cápita), son, primeramente, el veloz desarrollo del endeudamiento autonómico a lo largo del intérvalo de tiempo 2009-2019, y en segundo, un incremento de la presión fiscal: el ahínco fiscal efectuado por la Comunitat Valenciana es tres ocasiones mayor a la media de las autonomías. Sin este sobresfuerzo fiscal, su endeudamiento hubiera crecido en 7.284 millones de euros auxiliares entre 2009 y 2019, un 15% mucho más.
Con una deuda autonómica mayor a los 50.000 millones de euros, la elevación en 2 puntos del género de interés que paga la Comunitat Valenciana supondría detraer un 8% agregada de los deficientes elementos que le da el sistema de financiación autonómica. Si además de esto procurase achicar su deuda en un 1% todos los años, debería dedicar un 12% de sus elementos autonómicos a pagos financieros auxiliares.
Alcalá indicó que entre los economistas hay "consenso en que es insostenible la situación de hoy" tras "décadas" de reparto "discriminatorio" en los que "hemos ido creando una bola de nieve de deuda tremenda" que solo es sostenible "si el estado prosigue financiando los intereses". "Esta no es la forma de ordenar el estado de las autonomías, deben tener compromiso fiscal y asistir a los mercados", lo que ocurre por una reforma del sistema de financiación y una absorción de deuda, ha defendido.
Durante la día, el especialista de la Universitat de València Antoni Zabalza ha expuesto que las CCAA han absorbido la infrafinanciación del sistema en un 48% a través endeudamiento y en un 52% en aceptar el deterioro de servicios públicos. Ante ello, se mostró partidario de una quita que "no puede ser traje" entre los diferentes territorios, sino debe obedecer a una fórmula de coeficiente de condonación que atienda a factores como la deuda justificada, la deuda eficaz, la subfinanciación y el deterioro de los servicios públicos. Propone de esta manera una condonación de 14 puntos del PIB, que dejaría la deuda en un diez,7% del PIB.
Por su parte, la asociada de finanzas públicas de Analistas Financieros Internacionales (AFI) Carmen López ha incidido en que con los altos géneros de interés en un medio plazo, "no queda otra que llevar a cabo una reestructuración de la deuda", antes que una condonación pues piensa que esta es "legalmente realmente difícil y puede ocasionar muchas tensiones entre comunidades autónomas".
Esta reestructuración, a su juicio, "más que nada en las CCAA mucho más endeudadas, debería ser realmente combativa", con "plazos, por servirnos de un ejemplo, de 75 años de ampliación del período de la deuda y reducción del coste prácticamente a coste cero para regresar a la ratio de carga financiera o deuda sobre PIB que fuesen afines a los de las zonas menos endeudadas". Advierte que, "si no se generase esta reestructuración o quita" las comunidades mucho más endeudadas "deberán continuar en dependencia de los mecanismos estatales" y no van a poder salir a los mercados financieros pues "probablemente el coste sería bastante alto".
La reestructuración debe "ir de la mano" de una reforma del sistema de financiación autonómica, aseguró, a fin de que tras "poner el contador a cero" esta deuda no vuelva a incrementarse en el tiempo. Sobre de qué manera llevar a cabo esta reforma, ha señalado que no debe tomar en consideración solo la población ajustada sino más bien asimismo "novedosas cambiantes". "Es posible que haya comunidades que soliciten compensaciones" tras la reestructuración de la deuda de otras, con lo que "la reforma del modelo no es tan fácil como desde un criterio teorético podría parecer", ha advertido.
En exactamente la misma línea se pronounció, desde Funcas, Santiago Lago, que no está a favor de la quita pues para solucionar el inconveniente debería ser "muy amplia" y a su parecer "es imposible utilizar a todas y cada una de las CCAA que tienen deuda, especialmente Cataluña", y se producirían "respuestas muy virulentas por la parte del territorio español". En ese sentido, pone el foco en cambiar la carga de la deuda a fin de que "no entorpezca el día a día de las CCAA" y asegurar en un largo plazo intereses "muy bajos" para conseguir una carga "admisible" que hagan que "la deuda no sea una loseta inmanejable".