El compromiso del Consell de la Comunitat Valenciana de reducir impuestos para aliviar la carga de la clase media y baja es firme, según ha afirmado la consellera de Hacienda y portavoz Ruth Merino este jueves. Sin embargo, estas medidas se llevarán a cabo en el momento oportuno y de manera responsable, sin ser implementadas todas de golpe ni a corto plazo.
En una rueda de prensa posterior al pleno del Consell, Merino ha destacado la alta cuota autonómica de la Comunitat Valenciana en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), calificando su carácter como confiscatorio. A pesar de esto, el enfoque del ejecutivo autonómico es analizar todas las vías posibles de manera responsable y prudente.
La consellera ha destacado la importancia de estas reducciones fiscales para lograr una mayor cohesión social en la región. Junto con la simplificación administrativa y la promoción de inversiones para generar riqueza y empleo, estas medidas forman parte de la estrategia del gobierno autonómico para impulsar el desarrollo económico.
Por el momento, Merino no ha proporcionado detalles concretos sobre los recortes fiscales futuros, ya que las conversaciones entre las diferentes consellerias involucradas están en curso y se están evaluando todos los aspectos pertinentes. Sin embargo, ha resaltado que estas rebajas fiscales forman parte de la agenda continua del gobierno y se implementarán según las necesidades y circunstancias de la región.
En última instancia, la meta del Consell es hacer de la Comunitat Valenciana un lugar más atractivo para aquellos que deseen trabajar o estudiar en la región, fomentando así un crecimiento económico sostenible y próspero.
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