El PSPV ha emitido un comunicado en el que exige al PPCV y a su presidente, Carlos Mazón, que no cedan ante la extrema derecha y rechacen cualquier pacto que niegue la violencia de género. Se refieren al acuerdo suscrito con Vox que solo menciona la "violencia intrafamiliar".
La vicesecretaria general y de Igualdad de los socialistas valencianos, Ana Domínguez, pide a los dirigentes del PP que den marcha atrás y cambien el acuerdo de gobierno para demostrar su respeto a todas las víctimas de violencia machista. Según ella, los 'populares' no pueden comprar el discurso negacionista de la extrema derecha, ya que se corre el riesgo de que la Comunitat Valenciana retroceda en igualdad y progreso.
Domínguez recalca que es intolerable que los dirigentes del PP hayan olvidado a las víctimas de violencia machista en solo una semana, y afirma que negar la existencia de la violencia de género o intentar edulcorarla con otros términos es menospreciar la vida de las mujeres.
La vicesecretaria pregunta si el PP puede afirmar que la violencia de género no existe después de que haya habido 1.206 mujeres asesinadas desde que se llevan registros. Les recuerda que sus intenciones quedaron retratadas cuando se negaron a firmar el manifiesto de la Coordinadora Feminista para rechazar la presencia de condenados por violencia de género en las instituciones.
Domínguez defiende que todos los partidos democráticos y con decencia deben trabajar por erradicar la violencia de género y parar los pies a los que la niegan. El trabajo de las instituciones es imprescindible y debe ser un muro de contención del mensaje negacionista de la derecha.
Por todo ello, la vicesecretaria de Igualdad del PSPV le pide a los dirigentes del PP que reconsidere los términos del acuerdo que han firmado y que se comprometan a la lucha contra la violencia de género sin negociación.
Finalmente, Domínguez advierte que defender a las víctimas de violencia de género no se hace a través de un tuit, sino con hechos. Además, alerta que poner a alguien que niega la existencia de la violencia machista a la cabeza de la Conselleria de Justicia, que es la encargada de proteger a las víctimas, es el peor de los comienzos.