La Generalitat Valenciana ha comenzado a tomar medidas urgentes para enfrentar la acumulación de vehículos inservibles, declarando que estos serán clasificados como residuos municipales. Esta decisión se enmarca dentro de las consecuencias del devastador episodio de inundaciones que afectó a la región el pasado 29 de octubre.

En un anuncio realizado el 20 de noviembre, la directora general de Prevención de Incendios Forestales, Rosa Tourís, destacó que Emergencias emitirá una resolución temporal con el objetivo de implementar un "plan exprés". Este plan se enfoca en la remoción de aproximadamente 120.000 vehículos que han quedado varados en las 60 campas designadas debido a la emergencia climática.

La urgencia de esta medida fue respaldada por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, quien participó en la reunión de manera telemática, y por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, presente en l'Eliana. Ambos líderes coincidieron en la importancia de asegurar la colaboración plena entre las distintas administraciones para facilitar la ejecución de estas acciones.

En el transcurso de la reunión, Tourís subrayó que el ministro Grande-Marlaska reafirmó el "compromiso" del Gobierno de España. Este compromiso incluye la intención de que el primer real decreto ley que se promulgue contemple la categorización de los vehículos inutilizados como residuos municipales, un paso clave para la posterior gestión y eliminación de estos vehículos en los desguaces.

La medida tiene como fin no solo simplificar el proceso de desecho, sino también permitir que los centros de desguace puedan proceder con el tratamiento adecuado de los vehículos, lo que a su vez facilitará la limpieza de las campas acumuladas.

Por otro lado, el encuentro también abordó la crítica labor de búsqueda de posibles víctimas tras las inundaciones. Un grupo especial, compuesto por diversas fuerzas de seguridad, ha estado trabajando intensamente en la evaluación de esta situación, centrándose en la exploración de áreas tanto marítimas como terrestres, incluyendo puntos específicos como l'Albufera y el Barranco del Poyo.

Adicionalmente, la retirada de residuos y lodos de los municipios también fue parte de la agenda. La operación de extracción se lleva a cabo en varios puntos de acopio temporal, entre ellos Aldaia, Sedaví, Algemesí, Guadassuar y l'Alcudia, con una considerable media de 15.000 toneladas retiradas diariamente.

Respecto a la situación de los lodos, un total de 145 camiones continúa con las labores de extracción, especialmente concentrados en las redes de alcantarillado. En este contexto, Paiporta se ha convertido en un foco de atención, con 46 camiones trabajando actualmente en la zona.

Finalmente, se informa que también se están llevando a cabo acciones para extraer lodos acumulados en garajes y espacios reducidos como bajos de edificios y huecos de ascensor. Esta operación se implementa en múltiples localidades, incluyendo Albal, Catarroja, Alfafar, Massanassa, Paiporta, Picanya, Benetússer y Sedaví, demostrando así el esfuerzo coordinado de las autoridades para limpiar y restaurar las áreas afectadas por esta catástrofe natural.