Un importante avance en el conocimiento de las conexiones corticales entre los hemisferios cerebrales ha sido realizado por un equipo de investigadores del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF). Liderados por Pietro Fazzari y Ángela Rodríguez Prieto, este equipo ha descubierto un nuevo papel del gen NRG1 que resulta relevante en el ámbito de la esquizofrenia.
En un comunicado emitido por la Generalitat, se revela que los investigadores identificaron este nuevo papel del gen neuregulina 1 (NRG1) en las neuronas excitadoras, demostrando su relación con las conexiones cortico-corticales entre los hemisferios cerebrales. Este descubrimiento arroja una nueva perspectiva sobre el papel de NRG1 en la esquizofrenia y sugiere que la falta de su función en las neuronas excitatorias puede contribuir a una menor conectividad y a las alteraciones asociadas con esta enfermedad mental.
Según los expertos, numerosos estudios han destacado el fuerte componente genético de la esquizofrenia y han identificado a NRG1 como un factor de riesgo para su desarrollo. El grupo de investigación del CIPF, liderado por Fazzari, ha logrado replicar condiciones de la esquizofrenia en modelos preclínicos y ha realizado estudios detallados sobre los cambios moleculares y celulares en el cerebro relacionados con esta enfermedad.
Utilizando un modelo de investigación que reduce la expresión de NRG1, el equipo del CIPF ha logrado simular las condiciones de la esquizofrenia al disminuir parcialmente los niveles de esta proteína. La mala regulación o niveles bajos de NRG1 han sido asociados con un mayor riesgo de esquizofrenia y otros trastornos similares.
Experimentos realizados in vivo por Fazzari y Rodríguez-Prieto han demostrado que NRG1 juega un papel clave en la conexión entre los hemisferios cerebrales, mientras que experimentos in vitro han evidenciado que su expresión es crucial para el adecuado desarrollo de los axones de las neuronas corticales.
En esta línea de investigación, se ha observado que los pacientes con esquizofrenia muestran alteraciones en la neurotransmisión y en los circuitos corticales, y el rol de NRG1 en las neuronas excitadoras y el desarrollo axonal se presenta como un aspecto en estudio. Fazzari destaca que la comunicación interhemisférica depende en gran medida del cableado de los axones callosos, que constituyen el haz de fibras nerviosas más extenso del cerebro.
El experto subraya que el cableado calloso es esencial para diversas funciones cognitivas y sensoriales, y que la activación de la señalización intracelular de NRG1 resulta crucial para el crecimiento axonal en las neuronas callosas. Esta investigación abre la puerta a posibles objetivos terapéuticos no solo para la esquizofrenia, sino también para lesiones cerebrales y enfermedades neurodegenerativas, según indica el equipo de investigación.
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