Especialista advierte sobre el impacto emocional de la dana y enfatiza la importancia de buscar apoyo: "Es vital saber solicitar ayuda".
VALÈNCIA, 23 Nov.
En un reciente análisis de los efectos psicológicos ocasionados por la devastadora dana que impactó en varias localidades de la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre, el Dr. Joaquín Mateu, especialista en Psicología Clínica y de la Salud y director del Máster en Gerontología y Atención Centrada en la Persona en la Universidad Internacional de Valencia (VIU), ha hecho hincapié en la "herida emocional" que esta situación ha dejado en un gran número de afectados. Mateu ha subrayado la importancia de asumir nuestra vulnerabilidad ante tal calamidad y de la necesidad de solicitar apoyo profesional y emocional.
El doctor Mateu ha precisado que muchas personas han experimentado la pérdida de prácticamente todo, lo que no solo exige una respuesta económica inmediata, sino también un respaldo emocional significativo. "Los estudios demuestran de forma contundente que el apoyo emocional es crucial en estos momentos", ha declarado a Europa Press, haciendo un llamado a que las personas afectadas tengan la valentía de buscar dicha ayuda.
Ante circunstancias como las generadas por la dana, el psicólogo sostiene que es natural que surjan emociones difíciles de manejar, tales como el miedo, la tristeza e incluso la ira. "Estas respuestas emocionales son parte del proceso natural de recuperación de una herida profunda", ha afirmado, enfatizando que es normal enfrentar un abanico de emociones en tiempos de crisis.
Mateu ha enfatizado que en situaciones de dificultad, es esencial colocar esas emociones en su debido lugar y no rechazarlas. "Es análogo a una herida física: entendemos que el dolor y la inflamación son parte del proceso de curación", ha comparado, añadiendo que es fundamental aceptar y procesar la herida emocional que a menudo nos acompaña en momentos de crisis.
Además, el experto ha señalado que la duración y el costo emocional de este proceso varían de una persona a otra. "Es vital que practiquemos la paciencia y la auto-compasión durante esta etapa, reconociendo que la aceptación de nuestra experiencia emocional es clave", ha subrayado.
Joaquín Mateu ha insistido en que reconocer esta vulnerabilidad es esencial, ya que luchar contra las emociones puede agravar el dolor emocional. Alentó a las personas a aceptar y reconocer sus sentimientos, considerándolo parte integral de la rica gama de emociones humanas.
El psicólogo también ha expresado su preocupación ante la tendencia de algunos a negar o evitar sus emociones, advirtiendo que esto puede profundizar el sufrimiento emocional. Por ello, ha recomendado aprovechar la red de apoyo que existe y buscar ayuda, especialmente en un momento donde la vulnerabilidad es evidente. "No debemos tener miedo a abrirnos a los demás", ha indicado.
En su discurso, Mateu ha destacado la disminución de riesgos en la salud mental a través del soporte social adecuado y ha subrayado que esta recomendación es aplicable a toda la población, aunque con especial atención a los mayores. "Las personas de la tercera edad, en particular, pueden beneficiarse enormemente de este tipo de apoyo", ha resaltado.
El Dr. Mateu también ha instado a aquellos que sienten que las emociones les sobrepasan a buscar ayuda profesional a la mayor brevedad posible. "Es fundamental contactar con médicos y otros profesionales de la salud mental que están brindando apoyo psicológico inmediato", ha comentado, haciendo un llamado a la acción antes de que el estado emocional se deteriore aún más.
Asimismo, ha mencionado el concepto de "indefensión aprendida", que puede desarrollarse cuando las personas sienten que no hay solución a sus problemas, advirtiendo que esto puede ser un precursor de trastornos mentales graves, como la depresión. "Evitar que esto ocurra es crítico", ha reiterado el psicólogo.
Mateu ha reconocido que la reciente calamidad en Valencia ha generado un impacto emocional considerable en todos los grupos etarios, desde adolescentes hasta ancianos. Ha indicado que tanto los jóvenes como los mayores, por diversas razones sociales, son quienes muestran una mayor vulnerabilidad a largo plazo.
En particular, se ha referido al impacto en las personas mayores, quienes pueden experimentar trastornos adaptativos ante situaciones estresantes y repentinas como la dana. "Este tipo de trastorno se manifiesta a menudo a través de síntomas de ansiedad y depresión, los cuales hemos observado con frecuencia en este colectivo", ha declarado.
Mateu ha resaltado la importancia de hacer un seguimiento de la respuesta emocional inicial al evento traumático, ya que pueden aparecer emociones más complejas que requerirán un enfoque más específico, que en casos severos podría incluir terapia psicológica.
Para las personas mayores, ha agregado, el monitoreo es aún más crítico, dado que la pérdida material o personal puede desembocar en trastornos depresivos de manera particular, además de tener en cuenta el declive cognitivo que algunos pueden experimentar. "Este aspecto debe ser considerado cuidadosamente", ha concluido.
Finalmente, ha advertido acerca de la posibilidad de que los mayores que experimenten pérdidas significativas, tanto materiales como personales, puedan enfrentar el riesgo de desarrollar estrés postraumático. No obstante, ha señalado que tales casos son relativamente raros, especialmente en el contexto de catástrofes naturales como la que ha afectado a Valencia.
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