El pasado 14 de octubre, Valencia se convirtió en el escenario de un intenso debate sobre la gestión de emergencias tras el devastador episodio de la DANA que azotó la provincia el 29 de octubre del año anterior. En una sesión de la comisión de investigación realizada en Les Corts, el experto Félix Ramón Francés, profesor de la Universitat Politècnica de Valencia, ofreció su análisis sobre lo acontecido y destacó que, si bien las predicciones meteorológicas de la Aemet fueron, en esencia, apropiadas, hay necesidad de un fortalecimiento en los modelos predictivos.

Francés afirmó que la preparación era suficientemente competente, pero resaltó que todos los actores involucrados tuvieron lapsos de fallo en la gestión de la situación crítica. “Todos cometimos errores que llevaron a la tragedia del 29 de octubre”, manifestó, sugiriendo que la mejora en la comunicación y la transmisión de datos son esenciales para coordinar una respuesta más efectiva ante emergencias futuras.

El catedrático subrayó la importancia de contar con un plan de alerta más robusto, mencionando que el actual sistema de predicción y emergencia en la Comunitat Valenciana carece de ciertos niveles de alerta que podrían haber ayudado a prevenir la magnitud del desastre. “No es lo mismo enfrentar 180 litros por metro cuadrado que 600”, advirtió, expresando su deseo de que se evalúen y se integren nuevos niveles de advertencia en función de los fenómenos meteorológicos extremos.

En relación al estado del barranco del Poyo durante la DANA, el académico señaló que las lluvias no habían sido anticipadas en la magnitud que realmente impactaron en la zona, lo que llevó a una percepción errónea del riesgo. Esto demuestra, según argumenta, que la Aemet debería transparentar su grado de incertidumbre en las predicciones, para que todos los organismos involucrados puedan actuar con mayor diligencia.

Francés también manifestó que, en término de gestión de emergencias, el sistema existente necesita una revisión profunda. Aunque pensaba que había una buena estructura en marcha, reconoció que la calidad de la información reportada fue insuficiente. Aseguró que desde septiembre de 2024 se había comenzado un contrato para la mejora del sistema de gestión de información, pero que esto aún no estaba operativo durante el tiempo de crisis.

Además, el catedrático abordó la necesidad de evaluar los planes de infraestructura, proponiendo una revisión de las construcciones en zonas de alto riesgo. Estableció que, a raíz de los acontecimiento del último año, es fundamental ponderar la planificación urbanística existente, en función de los riesgos actuales presentados por el cambio climático.

En el marco de las intervenciones de los grupos políticos, Fernando Pastor, del PP, cuestionó la efectividad de la Aemet, sugiriendo que repitió fallos en la reciente gestión de inundaciones. A su vez, José Mª Llanos de Vox, aplaudió la claridad de Francés sobre la materia y subrayó la importancia de la educación sobre el cambio climático para la población.

Los debates también revelaron disparidades en la percepción de las causas del desastre, mientras que la diputada socialista Alicia Andújar rechazó lo que consideró como montajes informativos promovidos por el PP para distraer de sus propias deficiencias en infraestructura. A su juicio, es vital enfocarse en las respuestas adecuadas ante emergencias y no solo en las obras de infraestructura que mitiguen el daño en futuros fenómenos climáticos, destacando que la información precisa en situaciones críticas puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.

A medida que las preguntas surgían, el catedrático reiteró que una toma de decisiones informada es crucial para mejorar las situaciones de crisis, haciendo hincapié en que, si bien existen obstáculos en la legislación como la Ley de la Huerta, no son insalvables. El énfasis debe estar en priorizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos frente a las decisiones de planificación y construcción en terrenos riesgosos.