CASTELLÓ 28 Oct. -

La contaminación de las cocinas de gas está siendo identificada como una causa principal de muertes prematuras en España, según un estudio realizado por la Universitat Jaume I de Castelló en colaboración con la Universitat de València y el IDIAP J Gol. Este estudio revela que la combinación de contaminación ambiental y los humos generados por las cocinas de gas durante su uso normal están acortando la vida de aproximadamente 2.062 españoles cada año.

Según los investigadores, en toda la Unión Europea y el Reino Unido se estima que se producen un total de 39.959 muertes prematuras relacionadas con la contaminación de las cocinas de gas. Los países más afectados son Italia, Polonia, Rumanía, Francia y el Reino Unido, donde el uso de cocinas a gas es más común. Este problema se agrava en hogares con poca ventilación y durante períodos de cocción más prolongados, lo que lleva a un acortamiento promedio de la vida en España de algo más de un año.

Los investigadores se enfocaron en un contaminante específico emitido por las cocinas de gas, el dióxido de nitrógeno (NO2), ya que es ampliamente reconocido por epidemiólogos. Mediante mediciones reales de contaminación dentro y fuera de los hogares en toda Europa combinadas con datos gubernamentales sobre concentraciones ambientales de NO2, se pudo elaborar un mapa europeo de concentraciones probables de NO2 en hogares que utilizan cocinas de gas. Esto permitió calcular el número probable de muertes prematuras relacionadas con este contaminante.

La autora principal del estudio, Juana María Delgado-Saborit de la Universitat Jaume I, destacó la importancia de abordar este problema, ya que la contaminación por NO2 en las cocinas de gas es significativamente mayor que en las cocinas eléctricas. Es crucial tomar medidas para reducir esta contaminación, ya que los impactos pueden ser incluso mayores de lo estimado en el estudio. La calidad del aire interior es un factor fundamental en la salud pública, ya que la mayoría de los europeos pasan la mayor parte de su tiempo en interiores.

La contaminación por NO2 ha disminuido en las ciudades europeas en las últimas décadas gracias a regulaciones más estrictas sobre emisiones de vehículos, pero aún sigue siendo un problema relevante. La Unión Europea está considerando actualizaciones en las normativas para las cocinas de gas y restricciones a la contaminación por NO2. Organizaciones como la Alianza Europea de Salud Pública están abogando por un cambio hacia sistemas más limpios y educación pública sobre los riesgos de la contaminación de las cocinas de gas.

Es necesario que los gobiernos actúen con prontitud para abordar este problema y proteger la salud de la población. Las cocinas de gas, al igual que los cigarrillos en el pasado, representan un riesgo significativo para la salud y es fundamental tomar medidas para reducir su impacto en la salud pública.