Las autoridades médicas han llevado a cabo un total de 162 autopsias en los últimos días a raíz de la devastadora DANA que ha golpeado la región de Valencia. De esos fallecidos, 39 han sido identificados completamente gracias a las huellas dactilares.

La información proviene de la estadística actualizada del Centro Integrado de Datos (C.I.D.), creado para hacer frente a esta emergencia de acuerdo con el Real Decreto 32/2009, que establece el Protocolo nacional de Actuación Médico-forense y de Policía Científica en sucesos con múltiples víctimas.

Este centro, que funciona como un órgano técnico, está compuesto por una Oficina Forense y una Oficina de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con agentes especializados de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía. Su principal tarea es coordinar y supervisar los informes de identificación realizados por distintas instituciones.

En el CID participan expertos de la Comisaría General de la Policía Científica y del Equipo de Identificación en Catástrofes (EIC) del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, quienes han sido desplazados desde Madrid.

Los cuerpos de los fallecidos que han sido sometidos a autopsias están siendo trasladados por la Unidad Militar de Emergencias (UME) desde la Ciudad de la Justicia de Valencia hasta la morgue establecida en Fira Valencia.

El Instituto de Medicina Legal de Valencia cuenta con más de 130 efectivos para hacer frente a esta emergencia, incluyendo médicos forenses, psicólogos, trabajadores sociales, ayudantes de laboratorio, facultativos y técnicos de autopsia. Además, se ha dispuesto personal para la tramitación necesaria.

En este dispositivo, que opera en turnos rotativos, colaboran médicos forenses de diversas administraciones, tanto autonómicas como del Ministerio de Justicia, provenientes de diferentes regiones de España.

Los equipos forenses encargados del levantamiento de cadáveres están compuestos por dos profesionales, a los que se une un agente de la policía nacional o la Guardia Civil.

Después de realizar los trámites pertinentes en el lugar del hallazgo, el equipo regresa a la base de la Ciudad de la Justicia de Valencia para tomar huellas dactilares y muestras biológicas, en caso de que sea necesario realizar pruebas de ADN para la identificación.

Los datos recopilados durante el levantamiento y la autopsia se cruzan posteriormente con información proporcionada por familiares de desaparecidos y denuncias de desaparición en las oficinas ante mortem establecidas en la Jefatura Superior de Policía de Valencia y en las dependencias generales de la Guardia Civil en la calle Calamocha de Valencia.

Estos datos incluyen descripciones físicas, fotografías recientes, prótesis, cicatrices y tatuajes. En las oficinas ante mortem también se pueden obtener muestras biológicas de familiares directos de desaparecidos.

Las huellas dactilares tomadas durante las autopsias deben compararse con las bases de datos policiales para identificar a las personas fallecidas. En caso de identificación positiva, las autoridades contactan a los familiares para proceder con los trámites judiciales y la entrega de los restos mortales.