VALÈNCIA, 23 Dic.
El periodista Francesc Arabí da una crónica de la "burbuja de la corrupción" que marcó una época en la Comunitat Valenciana en el libro 'Los tentáculos del truhan. La caída de Zaplana y la corrupción alén del PP'.
La obra, editada por Círculo Rojo, es un trabajo de investigación periodística que prosigue la tarea iniciada en otro título previo, 'Ciudadano Zaplana, la construcción de un régimen corrupto' (Akal, 2019) y quiere mostrar frente al lector "una radiografía de las cloacas del poder", enseña el creador a Europa Press.
Arabí coincide en que esta época le hizo la campaña de publicidad al libro, en tanto que entre los casos que se muestran en sus páginas es el de Azud, del que se están conociendo novedosas revelaciones. También efectúa una inmersión en otras causas como Erial o Taula, en las que existen muchos nombres que se repiten, ya que el volumen no solo pone el acento en los políticos, sino más bien asimismo en los hombres de negocios que forman parte en las trampas.
Se trata de una investigación periodística prácticamente con reminiscencias de "thriller o librescas" por la que desfilan traficantes de poder y de armas, testaferros de la mitad del planeta, profesores del escapismo financiero offshore o falsos y reales espías.
Y es que el relato detalla un tiempo en el que los votos se adquirían y los políticos y especialistas corruptos de derechas y también izquierdas compartían "mordidas". "El PP institucionalizó la corrupción por su hegemonía a lo largo de años y el PSPV padecía una anemia despiadado en sus cuentas" que condujo a algún caso como los que se ven en Azud, apunta.
De nuevo, entre los máximos personajes principales del libro es el expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro Eduardo Zaplana, "un hombre no de partido, sino más bien de poder", según le define Arabí.
Pese a su "caída", el periodista mantiene que el exdirigente 'habitual' "aún sostiene bastante poder" y pone como un ejemplo "la campaña" que se fomentó para su puesta en independencia por fundamentos de salud o la defensa "fundamentada en teorías de la conspiración" frente su situación judicial. "Zaplana logró transformarse en el jefe de una familia, del zaplanismo", afirma.
El creador piensa que "la corrupción existió, existe y va a existir mientras que la condición humana sea la que es y el dinero prosiga teniendo el valor que tiene". Asimismo, hace ver que, exactamente la misma se causó una burbuja inmobiliaria, hubo "una burbuja de la corrupción", que se desarrolló en unas situaciones socioeconómicas que formaron "la tormenta impecable".
¿Y por qué razón en el campo de los promotores y del urbanismo? Porque los políticos no tienen la posibilidad de multiplicar por 4 el valor de una bolsa de magdalenas, pero sí el del metro cuadrado de suelo", sintetiza.
Para Arabí, si bien diferentes colectivos tienen parte de culpa en la extensión de la corrupción, a la clase política le corresponde "un agregado por el hecho de que fueron votados". Sin embargo, advierte: "Lo que está claro es que un político solo no puede llevar a cabo nada, si bien este sea Zaplana", ironiza.