Fuerzas de seguridad y sociedad civil se unen para revelar los ocultos delitos de odio.

Fuerzas de seguridad y sociedad civil se unen para revelar los ocultos delitos de odio.

Un proyecto liderado por cuerpos de Policía y Guardia Civil, sociedad civil y administración tiene como objetivo combatir los delitos de odio que sufren las personas por motivos de raza, orientación e identidad sexual, religión, creencias o discapacidad. Estos ataques enmascarados son difíciles de perseguir debido a la falta de denuncias y diagnóstico.

Según estimaciones optimistas, solo se denuncia un 15% de estos ataques, y en 2022 se registraron en España 755 casos relacionados con racismo y xenofobia. Con el fin de concienciar a los cuerpos policiales, se ha lanzado en València una "comunidad de práctica" o "Copra" como parte del proyecto europeo Cisdo.

La Copra está formada por policías locales, autonómicas y nacionales, Guardia Civil, la administración pública y entidades de la sociedad civil. Su objetivo es sensibilizar a los agentes y a la sociedad para facilitar la detección de este tipo de delitos que a menudo pasan desapercibidos.

La falta de denuncias y diagnóstico son los principales desafíos para concienciar a la sociedad sobre estos delitos. Según la fiscal delegada frente a Delitos de Odio y Discriminación, Susana Gisbert, se estima que solo se denuncia entre un 3% y un 10% de estos delitos, y solo los más optimistas elevan este porcentaje al 15%.

La situación de vulnerabilidad es uno de los motivos por los que muchas víctimas no denuncian. Algunas personas migrantes temen ser perseguidas si denuncian debido a su situación legal. En casos de delitos de odio relacionados con la homofobia, todavía existe temor a la actuación del estado, ya que hasta hace poco la homosexualidad era perseguida.

Es necesario aumentar la concienciación sobre los delitos de odio para poder abordar este problema de manera efectiva. Para la detección de estos delitos, es fundamental que los agentes de seguridad estén capacitados desde el momento en que la víctima comunica el ataque.

La falta de diagnóstico también es un obstáculo significativo. Combatir este problema requiere formación y sensibilización en todos los niveles de las fuerzas de seguridad. Para hacer frente a la discriminación por motivos de racismo, es importante distinguir entre un simple insulto y un delito de discriminación racial.

Las redes sociales han amplificado los delitos de odio, especialmente en el ámbito virtual. Según Carmen Girón, consejera técnica del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia, los delitos de odio en las redes sociales preceden a menudo a agresiones físicas. Sin embargo, la respuesta contraria en redes puede ser efectiva para prevenir la transferencia de agresiones virtuales al mundo físico.

Es fundamental tomar medidas concertadas para prevenir y combatir el racismo, la xenofobia, la LGTBIfobia y otras formas de intolerancia. Todos los ciudadanos tienen la responsabilidad de contribuir a una convivencia social pacífica y armoniosa.

Esta iniciativa se llevará a cabo en seis ciudades de toda España, incluyendo València, y busca abordar la infradenuncia y la falta de concienciación sobre los delitos de odio.

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