En València, se ha revelado que el exvicealcalde y exconcejal del Ayuntamiento, Alfonso Grau, recibió una comisión de un millón de euros por una operación urbanística a través de cuentas en Estados Unidos de una de sus hijas, según lo indicado por la jueza que investiga el caso Azud. Después de siete años de investigación, se levantó el secreto de las piezas restantes en este caso.
Se ha descubierto que Alfonso Grau, recientemente condenado a prisión por financiación irregular en el PP de la ciudad, desempeñó un papel fundamental en la trama de corrupción. Se han identificado al menos ocho tramas en las que Grau estuvo involucrado en operaciones urbanísticas en beneficio del empresario Jaume Febrer y su grupo de empresas.
Al parecer, Grau tramitó expedientes administrativos de forma arbitraria a favor de empresas de Febrer, recibiendo comisiones a cambio. Un estudio económico realizado en su entorno familiar reveló un aumento patrimonial de origen ilícito entre 2004 y 2014, utilizado para ocultar el origen de ingresos y compras de inmuebles.
Edificio Familia 3000 S.L., una sociedad investigada, en la que Grau posee el 90% del capital social, fue utilizada para realizar imposiciones en efectivo en cuentas personales y familiares. Una de las hijas de Grau, casada con un ciudadano estadounidense, recibió una comisión de un millón de euros a través de una cuenta en EEUU para favorecer una operación urbanística.
Este caso, conocido como Azud, investiga sobornos a cambio de contratos de obras públicas en el Ayuntamiento de València durante la época de la exalcaldesa Rita Barberá. Los delitos incluyen blanqueo de capitales, cohecho, tráfico de influencias y falsedad documental.
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