Hombre acusado de matar capataz de Torrent, declarado culpable por el jurado
VALÈNCIA, 15 Nov. - Un hombre ha sido declarado culpable de homicidio por un jurado popular, acusado de matar brutalmente al capataz encargado de cuidar y domesticar sus caballos en una finca en Torrent, Valencia. Durante el juicio, el acusado negó rotundamente los hechos y afirmó que la víctima no trabajaba para él y que nunca la atacó físicamente.
El juicio tuvo lugar la semana pasada en la Audiencia de Valencia y, según fuentes del procedimiento citadas por Europa Press, el jurado popular emitió un veredicto de culpabilidad contra el acusado este martes. De esta manera, el jurado no respaldó la teoría de la defensa de que la víctima murió por un golpe de calor. Ahora, será el tribunal quien determine la pena de prisión que se le impondrá.
El acusado, propietario de la finca donde se encontraban los caballos, se enfrenta a una condena de 16 años y 10 meses de prisión por homicidio y otro cargo relacionado con la integridad moral, con la circunstancia agravante de abuso de superioridad, según la petición del fiscal. Por su parte, la defensa del acusado solicitó la absolución argumentando que no fue él quien mató al trabajador, sino que este falleció debido a un golpe de calor, ya que el día de los hechos la temperatura superaba los 35ºC.
Los hechos se remontan al 27 de agosto de 2021, cuando, según la Fiscalía, se desató una discusión entre el acusado y la víctima por el acceso al agua de una de las cuadras. Durante dicha disputa, el acusado habría golpeado violentamente al fallecido con un palo. Aunque otro trabajador de la finca intervino para detener la pelea, el acusado retomó la agresión horas después, a pesar de ser consciente de que sus golpes podrían causar la muerte.
Según la fiscalía, el acusado solía insultar, humillar y golpear a la víctima, causándole hematomas y cortes que ella misma se curaba con medicamentos para caballos, ya que tenía miedo de ir al médico debido al temor que le tenía al procesado.
El acusado contradijo esta versión presentada por el ministerio público y afirmó durante el juicio que la víctima no trabajaba para él, sino que simplemente vivía acogida en su finca, y negó haberla matado.
En relación al día de los hechos, el acusado declaró que se levantó temprano, salió a desayunar y luego regresó a la finca para trabajar. A mitad de la mañana, vio a la víctima desde lejos, "quien a veces presentaba heridas y hematomas, así como una cicatriz de un puñetazo. También era aficionada a beber y tenía muchas conquistas femeninas. Las mujeres quedaban fascinadas por él, y poseía un armario excepcional. Tenía varias botas de 3000 euros", afirmó el acusado. "A veces decía que le habían agredido, pero no le daba mucha importancia. Yo nunca le he tocado", añadió.
El acusado mantuvo su postura de que estaba indignado por las acusaciones y afirmó durante todo el juicio que siempre había tratado correctamente a la víctima y que nunca la había agredido ni utilizado palos contra ella.