Patentado por la UPV, el CSIC y el Centro I Dea de Cerealto Siro Foods, hablamos de un sistema de medida ultrasónico no invasivo
VALÈNCIA, 9 Ago.
Investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV), correspondientes al Departamento de Tecnología de los Alimentos, han creado un nuevo servicio ultrasónico no invasivo para la industria alimenticia que deja investigar, en forma de un "ecógrafo", la textura de modelos derivados de cereales, como galletas, pan, snacks y pasta, entre otros, sin tocarlos, y en el mismo instante.
Su empleo dejaría clasificar modelos o rechazarlos si se distancian del estándar de "calidad perfecto" o amoldar los procesos de elaboración en el momento en que se identifica que las características del alimento no son "adecuadas". El sistema fué patentado por la UPV en colaboración con el CSIC y también I dea, Centro de Innovación Aplicada de Cerealto Siro Foods, según la institución académica.
La textura es una propiedad de calidad "muy" importante en la industria alimenticia, que se ve influida por varios componentes, como la materia prima del producto o el desarrollo de elaboración. Por ejemplo, en la situacion de una galleta, un horneado bastante profundo puede llevar a cabo que sea durísima (o rompible) y un
horneado deficiente puede conducir a texturas exageradamente blandas.
Por otro lado, la variación de textura asimismo puede deberse a pequeños cambios de composición, por poner un ejemplo, humedad, o a otros componentes. "Con este sistema es viable valorar y entender las características de calidad del alimento de manera instantánea en la línea de producción, sin tocarlo en ningún instante. Sería como llevar a cabo una ecografía del producto pero sin contacto con el sensor", explicó José V. García-Perez, estudioso del Grupo de Análisis y Simulación de Procesos Agroalimentarios (ASPA) del departamento de Tecnología de los Alimentos de la UPV.
"En la línea de producción, los artículos circulan a una agilidad elevada y, dada la naturaleza del producto, es realmente difícil usar técnicas comúnes de ultrasonido con acoplamiento por líquidos o geles. Además, como la área de los artículos es muy irregular, es bien difícil conseguir una correcta transmisión del ultrasonido", ha detallado el estudioso del CSIC Tomás Gómez, del Instituto de Tecnologías Físicas Leonardo Torres Quevedo (ITEFI).
La tecnología creada por Gómez y el testo del aparato del ITEFI consigue sobrepasar esos inconvenientes merced a un grupo de transmisores y receptores de "enorme sensibilidad" y ancho de banda, conjuntados con un trámite de toma de medidas y procesado de señal que deja saber la textura del producto. El sensor patentado por la UPV, en colaboración con el CSIC y también I dea, resalta asimismo por su bajo coste y su simple implementación en las líneas de desarrollo.
La medida radica en producir una onda ultrasónica que viaja a través del aire, penetra en el alimento, se extiende dentro suyo y, nuevamente, a través del aire, se recopila en el receptor para su análisis. Las características mecánicas del alimento, de las que es dependiente la textura, cambian la agilidad y atenuación de la onda
ultrasónica, de las que se tienen la posibilidad de colegir las características texturales "de interés", y de este modo detectar modelos que no cumplan con el estándar de calidad. Su implementación en la línea de producción deja investigar el cien% de la producción.
"Además, en el contexto digital de la Industria 4.0, el interés de este dispositivo incrementa por la necesidad de conseguir la máxima información importante de toda la producción. No existe en el mercado otro género de tecnologías (sensores) que dejen efectuar esta medida on-line de desarrollo y a un bajo coste y que logre contestar a esos nuevos retos de la industria alimenticia, como lo realiza nuestro aparato", ha concluido José V. García-Perez.