Crónica Valencia.

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La CV-33 se prepara para reabrir tras concluir las obras del nuevo puente en el barranco del Poyo.

La CV-33 se prepara para reabrir tras concluir las obras del nuevo puente en el barranco del Poyo.

VALÈNCIA, 4 de julio.

La Generalitat de Valencia ha completado la construcción del nuevo puente de la CV-33 sobre el barranco del Poyo, ocho meses después de que el anterior colapsara debido a las fuertes lluvias. La apertura total de este tramo de la autovía se espera en las próximas semanas, lo que permitirá restablecer la normalidad en la circulación.

Simultáneamente, se están ultimando los trabajos de reasfaltado en el segundo puente afectado, que no fue demolido durante las labores de recuperación. Se anticipa que la CV-33 volverá a operar de manera habitual durante el verano, con todos los carriles habilitados en ambas direcciones.

El conseller de Infraestructuras, Vicente Martínez Mus, ha visitado la zona para comprobar los avances en la reapertura del nuevo viaducto, que permitirá el tránsito de dos carriles dirección València desde Torrent, según ha informado la administración regional.

Martínez Mus ha calificado este acontecimiento como "un hito crucial" que permitirá recuperar la funcionalidad de una infraestructura indispensable para el área metropolitana de València. Esta sección de la autovía registra un tráfico diario de 48,000 vehículos, de los cuales 2,000 son pesados.

El conseller ha resaltado que la obra se ha realizado en "tiempo récord", señalando que, en circunstancias normales, una reconstrucción de esta magnitud habría tomado al menos dos años. “Hemos actuado con celeridad y firmeza ante esta emergencia”, afirmó.

La obra de reconstrucción ha contado con un presupuesto de 12.5 millones de euros y ha incluido medidas de resiliencia frente a fenómenos climáticos extremos, además de mejorar la cimentación para evitar futuros socavones.

“No solo hemos restaurado la CV-33, sino que la hemos fortalecido, haciendo de ella una vía más segura y preparada para los desafíos del futuro”, declaró el conseller, quien describió los trabajos como “un éxito colectivo y un símbolo de nuestra determinación ante la adversidad”.

Martínez Mus también hizo alusión a que la reapertura de esta vía se produce poco después de que se reinaugurara el segundo puente de la CV-36 el pasado 10 de junio, lo que refuerza el restablecimiento de una infraestructura clave para la movilidad en l'Horta Sud.

Las inundaciones del 29 de octubre provocaron el colapso total del estribo del puente en dirección a València, destruyendo su estructura y afectando los cimientos de sus pilares. La respuesta fue inmediata, comenzando las labores de limpieza el 30 de octubre, lo que facilitó la apertura rápida del tramo entre Albal y Torrent por la CV-366.

Las obras, inicialmente enfocadas en el puente colapsado y los necesarios refuerzos, se han llevado a cabo con un enfoque de emergencia, respetando las normativas técnicas pertinentes.

Esta intervención forma parte de un conjunto de obras implementadas por la Generalitat para restaurar infraestructuras dañadas por las inundaciones, con una inversión total de 125 millones de euros, que incluye más de 50 proyectos a nivel municipal. “Aunque muchas de estas infraestructuras no son de nuestra competencia directa, hemos tomado la responsabilidad de actuar para que los ciudadanos puedan recuperar la normalidad lo más pronto posible”, concluyó el conseller.