La Conselleria de Sanidad de la Comunidad Valenciana ha otorgado al Hospital Universitari i Politècnic La Fe de València el estatus de Unidad de Referencia para Implantes Cocleares Infantiles por un periodo de cinco años, destacado por sus dos décadas de experiencia en este campo crucial para la salud auditiva de los menores.

Este reconocimiento habilita a que todos los niños de la región que presenten sospechas de sordera profunda y que sean aptos para recibir un implante coclear sean enviados a este hospital, sin que importe su lugar de residencia. Anualmente, el centro realiza aproximadamente 50 intervenciones en menores de hasta 14 años, siendo la mayoría de estos pacientes procedentes de áreas fuera de su propia zona de influencia, según ha informado la Generalitat en un comunicado oficial.

El incremento en el número de casos intervenidos se debe, en parte, a la ampliación de criterios para la colocación de implantes cocleares. En la actualidad, La Fe opera también en niños con sordera profunda unilateral que ha surgido recientemente, una práctica que, según los especialistas Carlos De Paula y Abel Guzmán, anteriormente estaba limitada a aquellos con sordera profunda bilateral.

La doctora Laura Cavallé subraya que no hay una edad mínima para proceder con la colocación de estos dispositivos. En la última década, el hospital ha realizado implantes bilaterales en 55 niños menores de un año, muchos de los cuales presentan pérdida auditiva de origen genético. Los especialistas coinciden en la importancia de la detección y la intervención temprana para asegurar la mejor rehabilitación logopédica, vital para el desarrollo del lenguaje y la adaptación escolar de los pequeños.

La intervención se lleva a cabo bajo anestesia general y dura cerca de cuatro horas si se colocan dos implantes en la misma cirugía. El procedimiento comienza con una incisión detrás de la oreja, seguida de un acceso quirúrgico que permite insertar electrodos en la cóclea y ubicar el receptor-estimulador debajo de la piel, fijado al hueso craneal.

Unas 48 horas después de la operación, los pacientes reciben el alta hospitalaria y el implante es puesto en funcionamiento un mes tras la cirugía, momento en el que se instala el procesador externo y se lleva a cabo una adaptación gradual. Es fundamental que los pacientes realicen revisiones continuas a lo largo de sus vidas para asegurar el óptimo funcionamiento del implante.

Según señala José Luis Poveda, gerente de la Agrupación Sanitaria Interdepartamental Valencia Sur y de La Fe, esta designación es un merecido reconocimiento al trabajo que el equipo ha desarrollado a lo largo de más de 20 años. El equipo incluye cinco enfermeras especializadas, dos audiólogas y tres médicos de Otorrinolaringología, quienes trabajan en conjunto con genetistas y otros especialistas en diversas áreas relacionadas.

En los dos últimos decenios, tanto el tiempo de la cirugía como la duración de la estancia hospitalaria han disminuido notablemente gracias a la experiencia acumulada y los avances tecnológicos. Estos avances han producido mejoras significativas en los implantes, con electrodos adaptados a diferentes patologías y a la anatomía única de cada paciente, además de baterías con una autonomía superior, filtros acústicos más sensibles y conectividad con otros dispositivos electrónicos.