Los municipios fiscalizados no establecen bonificaciones para inmuebles en núcleos aislados o con puntos de recarga para vehículos

VALÈNCIA, 13 May.

La Sindicatura de Comptes ha dado a conocer su recomendación a los ayuntamientos de la Comunitat Valenciana, instándolos a regular el proceso de solicitud de aplazamiento fraccionado de las deudas tributarias y a establecer planes personalizados de pago. Asimismo, les exige ampliar la oferta de trámites electrónicos y centralizarlos en un único canal.

Estas directrices se derivan de una auditoría enfocada en la gestión y recaudación de impuestos locales durante el ejercicio 2022, centrándose especialmente en el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) y el impuesto de vehículos de tracción mecánica (IVTM). Este informe abarca a los ayuntamientos que no han delegado la gestión tributaria en las diputaciones provinciales.

La Sindicatura destaca que el importe recaudado por el IBI urbano es crucial para que los ayuntamientos logren un superávit presupuestario, ya que existe una estrecha correlación entre el valor catastral total de los inmuebles en su jurisdicción y el resultado presupuestario ajustado.

Además, el informe revela que las diputaciones podrían estar gestionando de manera más eficiente la deuda más antigua, y que el costo de la gestión directa de los impuestos es más elevado, especialmente para los municipios con menos habitantes.

En cuanto a las bonificaciones, la mayoría de los municipios fiscalizados han adaptado las ordenanzas fiscales para cumplir con la normativa estatal sobre la gestión y recaudación de impuestos locales, pero han ejercido de manera limitada la facultad de ajustar la fiscalidad del IBI y el IVTM.

Por otro lado, la Sindicatura destaca que ningún municipio ha aumentado el tipo impositivo máximo del IBI urbano, mientras que un gran porcentaje ha incrementado las cuotas mínimas del IVTM. Además, pocos ayuntamientos han establecido tipos de gravamen diferenciados en el IBI para bienes inmuebles que no son residenciales, o gravámenes complementarios para propiedades residenciales vacías.

A pesar de aplicar bonificaciones en algunos casos, los municipios han dejado de lado otras beneficios fiscales potenciales, como aquellos relacionados con inmuebles en núcleos aislados o con puntos de recarga para vehículos.

La Sindicatura determina que los ayuntamientos valencianos tienen un grado de autonomía fiscal del 47,4%, ubicándose en la novena posición a nivel nacional. Por otro lado, la Comunitat Valenciana destaca por tener uno de los tipos impositivos efectivos más altos del IBI urbano y rústico, así como una tarifa media del IVTM también por encima de la media.

En materia de eficiencia, la mayoría de los municipios cuentan con una estructura especializada en gestión tributaria, han elaborado memorias de actividades y planes de inspección, y han facilitado a los contribuyentes la posibilidad de aplazar deudas y realizar trámites electrónicos.

Las recomendaciones de la Sindicatura incluyen la aprobación de una ordenanza fiscal general accesible, la adopción de tipos impositivos diferenciados y bonificaciones potestativas, y la elaboración de informes anuales sobre la gestión tributaria. También se sugiere establecer una exención para recibos con costos de gestión muy bajos y simplificar el proceso de pago del IBI rústico.

En resumen, la Sindicatura insta a los ayuntamientos valencianos a mejorar su gestión tributaria y a ofrecer un servicio más eficiente y transparente a los contribuyentes, de manera que se garantice una administración fiscal óptima en la Comunitat Valenciana.