Unas 50.000 personas, según la organización, y entre 1.500 y 2.000, según la Delegación de Gobierno, se manifestaron en València el pasado sábado para exigir al Gobierno de España que corte relaciones diplomáticas, económicas y culturales con Israel y ponga fin a la venta de armas. Los manifestantes denunciaron que el armario de la esperanza del pueblo palestino está lleno de palabras, discursos y resoluciones, pero vacío de hechos.

La convocatoria fue impulsada a nivel estatal por la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (RESCOP), y pidió al Gobierno y a los partidos que adopten medidas inmediatas para la defensa y protección de los derechos humanos en Palestina. Además, instaron al Ejecutivo a tomar medidas eficaces contra el genocidio en Gaza, así como contra la ocupación, el apartheid y el colonialismo en Palestina.

Los manifestantes exigieron un alto el fuego inmediato y permanente, el fin de la compraventa de armas y tecnología militar con Israel, la ruptura de relaciones diplomáticas, institucionales, económicas, deportivas y culturales con dicho país, y el cese de la persecución y la criminalización de la solidaridad con Palestina.

Además de València, otras 13 localidades de la Comunitat Valenciana celebraron movilizaciones en apoyo a Palestina, como Alicante, Alcoy, Borriol, Castelló de la Plana, Elche, Gandia, Morella, Ontinyent, Villena, Vinaròs, Torrevieja o Xàtiva.

En la marcha de València, los manifestantes portaban carteles con mensajes como "Basta ya de genocidios, derecho a la vida y a la libertad", "Salvemos Gaza" o "Del río al mar Palestina vencerá". Además, corearon consignas como "Las tierras robadas serán recuperadas", "No es religión es humanidad" o "Gaza aguanta la tierra se levanta", y mostraron banderas de Palestina, incluyendo una gigante pintada a mano.

Jorge Ramos Tolosa, miembro de BDS País Valencià, lamentó que el armario de la esperanza del pueblo palestino esté lleno de palabras vacías. Destacó que las demandas del pueblo palestino se centran en el cese de la colaboración con el régimen genocida de Israel, lo que implica dejar de comprar y vender armas, así como romper relaciones diplomáticas, económicas y culturales con dicho país.

En total, más de 100 ciudades españolas se unieron a las movilizaciones para exigir el fin de la compraventa de armas y de toda relación con Israel. Se realizaron protestas en 14 ciudades de la Comunitat Valenciana y en 111 localidades españolas.

Adel Yousef, portavoz de la Comunidad Palestina en València, denunció que la gente con poder no quiere parar la guerra, por lo que la sociedad se moviliza y grita "basta ya". También cuestionó la falta de humanidad y respeto a los derechos humanos hacia los palestinos, quienes se encuentran en una situación precaria sin electricidad, agua ni vida digna.

Por su parte, el concejal de Compromís y exalcalde de València, Joan Ribó, expresó su solidaridad con el pueblo palestino y calificó la situación en Gaza y Cisjordania como insoportable e intolerable. Además, defendió la igualdad de derechos y la existencia de dos estados, uno israelí y otro palestino, algo que también ha sido demandado por Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea.