VALÈNCIA, 30 de julio. Un reciente análisis indica que más del 50% de los pequeños comercios que sufrieron los estragos de la dana han vuelto a abrir sus puertas en las localidades más afectadas, aunque con un panorama muy heterogéneo. Esta información surge de una investigación llevada a cabo por estudiantes del máster de Sociedad Digital de la Universitat de València, en colaboración con la Mancomunitat de l'Horta Sud.
El estudio revela que, para finales de mayo, más de la mitad de los establecimientos comerciales de Alfafar, Paiporta y Sedaví—los municipios seleccionados para esta investigación—habían reanudado su actividad. Sin embargo, la situación varía considerablemente entre ellos: hay desde aquellos que han realizado extensas reformas y modernizaciones, hasta aquellos que han vuelto a funcionar con mínimas adaptaciones.
Los resultados indican que las inversiones realizadas en la reapertura de los negocios no dependen tanto de los pagos pendientes por parte del consorcio de seguros, que han sido lentos en procesarse, ni de las ayudas gubernamentales, sino del capital propio de cada comerciante. Esta particularidad pone de manifiesto la resiliencia y adaptabilidad de los propietarios a la hora de enfrentar los desafíos tras la catástrofe.
El trabajo fue llevado a cabo por las estudiantes Berta López, Marina Rodríguez y María Cerezo, bajo la supervisión del profesor Juan Pecourt. Contaron con la orientación de los docentes de Sociología, Antoni Ariño y Miguel Ángel García, así como la colaboración de la Fundació Horta Sud.
Para llevar a cabo la investigación, se realizaron entrevistas tanto a los propietarios de los negocios afectados como a los técnicos de los ayuntamientos involucrados. Recientemente, las autoras presentaron un primer borrador de sus hallazgos al grupo de trabajo del Pacte per l’Ocupació de l’Horta Sud, con quienes seguirán afinando la información que han recabado. La versión final del estudio será revelada en otoño.
José F. Cabanes, presidente de la Mancomunitat, enfatizó la magnitud del impacto que tuvo la dana en los sectores económicos de la región, subrayando la necesidad de contar con datos precisos para crear estrategias efectivas que propicien la reactivación. Agradeció a la Universitat de València su compromiso y colaboración en estos esfuerzos.
El equipo que ha ejecutado el estudio enfatiza la relevancia de restaurar el tejido comercial, ya que esto es crucial para el bienestar de los barrios y localidades. La investigación se realizó en un periodo de cuatro meses, aprovechando datos previos a la dana proporcionados por una encuesta realizada por el municipio de Paiporta, lo que permitió un seguimiento de 157 negocios. Los hallazgos son consistentes entre los tres municipios analizados.
En relación con la situación inicial antes de la dana, los resultados destacan el escaso número de negocios que forman parte de la asociación de comerciantes y su reducido tamaño, además de una preocupante falta de previsión, ya que menos del 50% de ellos contaba con seguros para emergencias. También resulta preocupante el elevado número de propietarios mayores sin posibilidad de relevo generacional.
En cuanto al efecto de la dana en el empleo, el estudio indica que, a pesar de los desafíos, las cifras de afiliación a la Seguridad Social no han disminuido, gracias a los ERTES, lo cual puede dar una falsa percepción de la realidad. El equipo de investigación advierte que aún se necesita más tiempo para obtener una imagen clara de la verdadera situación en la región.
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