VALÈNCIA, 20 de septiembre. La Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo ha decidido dar un paso más en su compromiso con las artes escénicas. A través del Institut Valencià de Cultura (IVC), se ha anunciado la expansión de la iniciativa 'Impuls a la Dansa' para el año 2025, que ahora incluirá nuevas sedes en Castellón, Valencia y Alicante.

Desde su creación en 2022, 'Impuls a la Dansa' se ha planteado como una continuación natural del festival Dansa València. Su objetivo principal es democratizar el acceso a la danza contemporánea no solo en las grandes urbes, sino también en diversas localidades de la Comunitat Valenciana, según ha indicado la Generalitat en un comunicado reciente.

En su tercera edición, el programa ha logrado asentar su presencia en las tres provincias, reforzando su propósito de promover la danza contemporánea y facilitar la interacción entre la ciudadanía y los programadores locales. Este acercamiento busca fomentar una circulación activa de espectáculos de danza en toda la región.

María José Mora, directora adjunta del IVC, ha señalado que este proyecto tiene como misión garantizar que las innovaciones presentadas en Dansa València no se limiten solamente a las grandes ciudades. Según Mora, "con 'Impuls a la Dansa', queremos que cada localidad se convierta en un punto de encuentro entre artistas y vecinos, generando interacciones que enriquezcan a ambas partes".

Este año, se incorporan municipios como Benicàssim, Picassent y Santa Pola, unidos a localidades que ya forman parte de esta iniciativa, como Aielo de Malferit, Almassora, Dénia, El Genovés y El Puig de Santa María. La mayoría de estas actividades se centran en estancias de mediación y procesos creativos.

La primera estancia, titulada 'Del carrer ets l'ama!', busca conectar a la comunidad con su memoria cultural y sus danzas. Este proyecto comienza en septiembre en Almassora y será dirigido por Maria Tamarit, con la colaboración de Marta Sofía Gallego en tareas coreográficas y de mediación.

La segunda estancia se llama 'Tradició Remix' y tiene como propósito llevar la danza tradicional a las aulas de los institutos bajo una perspectiva contemporánea, promoviendo varias sesiones educativas.

Además, en Aielo de Malferit, Silvia Sahuquillo y Enxhi Sinjari abordarán la temática de la adolescencia a través de una estancia de creación y mediación titulada 'Sembrant arrels, trencant murs', programada entre octubre y noviembre.

Vicent Gisbert, por su parte, se enfocará en el público de la tercera edad mediante su taller 'Respirant dansa', que se llevará a cabo durante más de dos meses en El Genovés. Este grupo de mayores de la Unitat de Respir se preparará para una muestra final en diciembre.

Helena Gómez también se unirá a esta iniciativa con una estancia de mediación en Picassent, denominada 'Això ja no és el que era (solastalgia, cos i territori)', la cual se extenderá hasta finales de noviembre. Esta propuesta explora los sentimientos relacionados con los cambios adversos en entornos y hogares queridos.

Finalmente, el Colectivo Sin Par, que reúne a las creadoras Lara Misó y Wilma Puentes, presentará en Dénia un taller de danza contemporánea basado en su obra 'Mírala cara a cara'. Su proyecto 'Tradición en Diálogo: Cuerpo, Mirada y Escena' busca entrelazar el baile de las sevillanas con lo contemporáneo, promoviendo una conexión entre lo folklórico y lo moderno.

Además, 'Impuls a la Dansa' se enriquecerá este año con tres estancias técnicas y de investigación. En septiembre, Jessica Castellón y Boris Orihuela estarán en El Puig de Santa María, trabajando en la pieza de danza-teatro 'Quo Pervenimus'.

Julia Sac, en tanto, llevará a cabo una estancia técnica en Benicàssim entre principios de octubre y finales de noviembre con su obra 'El gesto roto', que culminará con una muestra previa al estreno el 8 y 9 de noviembre en Espacio Inestable, Valencia.

En noviembre, Rosanna Freda y Marta Santacatalina presentarán 'Los minutos felices' en Santa Pola, un espectáculo inspirado en la obra de teatro 'Las horas felices' de Samuel Beckett y en la película 'Pobres criaturas' (Yorgos Lanthimos, 2023).

"Una de las grandes aportaciones de este proyecto ha sido la creación de una red de programadores que comparten conocimientos y experiencias. Este intercambio está generando nuevos enfoques sobre cómo se debe programar y acompañar la danza en cada localidad", comentó Mora.

La directora adjunta de Artes Escénicas enfatizó que el verdadero valor de esta trayectoria no radica únicamente en exhibir espectáculos, sino en establecer lazos duraderos entre artistas y las comunidades locales. "Esa red relacional es la que asegura la continuidad de la danza como parte integral de la vida cultural en nuestros pueblos", concluyó.

'Impuls a la Dansa' cuenta con el respaldo del Circuit Cultural Valencià y se divide en dos líneas primordiales: la formación de un colectivo de programadores municipales y la realización de estancias artísticas y procesos de mediación en los municipios, favoreciendo la participación de compañías emergentes y consolidadas del área.

El programa ofrece estancias remuneradas para artistas y formaciones en gestión cultural, así como una red de mediación que conecta a los programadores municipales con los principales centros de referencia en danza de la región.