En una investigación realizada por la Universidad Politécnica de València (UPV), específicamente en el Instituto IGIC del campus de Gandia, se ha creado un novedoso sistema de sensores que permite identificar la huella digital de aceites esenciales, determinando su origen y detectando posibles adulteraciones. Esta tecnología ha sido aplicada inicialmente en los aceites de la jara pringosa, aunque su uso podría extenderse a otros productos. Los hallazgos de este equipo han sido publicados en las revistas 'Sustanability' y 'Sensors'.
Liderados por Jaime Lloret, el grupo de investigación formado por Sandra Sendra, José Miguel Jiménez, Lorena Parra, Sandra Viciano, Ali Ahmad, Francisco Javier Díaz, tiene como objetivo principal identificar el estado de madurez de los cultivos forestales empleando tecnología de sensores. La jara pringosa, en particular, produce biomateriales de gran valor cuya calidad se ve influenciada por las condiciones ambientales. Con el uso de sensores de bajo coste, pretenden detectar el estado de madurez de las plantas a través de los gases y compuestos orgánicos volátiles que emiten en su entorno natural.
Mediante siete sensores de gas diseñados para medir diferentes tipos de gases y aplicando inteligencia artificial, el sistema desarrollado por este equipo de la UPV es capaz de identificar diversos compuestos orgánicos volátiles. Esta tecnología ha demostrado ser efectiva en diferenciar entre aceites de jara pringosa, aceite de pino y aceite de jara pringosa adulterado con aceite de pino, así como en distinguir aceites esenciales de jara pringosa de diferentes calidades.
Una de las ventajas destacables de este sistema es su bajo coste y su fácil manejo. Actualmente, para diferenciar entre distintos tipos de aceites y cuantificar los compuestos químicos presentes en ellos, se requieren análisis químicos complejos que demandan personal especializado y equipos costosos. Por ello, esta innovación supone un avance significativo en la industria, al permitir un análisis más accesible y económico para las empresas.
El equipo de la UPV se encuentra actualmente trabajando en la detección y cuantificación de moléculas específicas, como el alfa-pineno, principal compuesto del grupo de hidrocarburos terpénicos. Para lograrlo, combinarán el uso de sensores con múltiples muestras cuyas concentraciones de compuestos químicos sean conocidas, con el fin de crear una base de datos que será procesada utilizando técnicas de inteligencia artificial más avanzadas.
En el proceso de desarrollo y validación de este sistema, el equipo de la UPV ha colaborado con el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMDIRA) y el Centro de Desarrollo de Energías Renovables - Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CEDER-CIEMAT).
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