Un equipo de la Universitat Politècnica de València (UPV), perteneciente al Instituto Universitario Valenciano de Investigación en Inteligencia Artificial (VRAIN), ha desarrollado un sistema de voto electrónico que no requiere cifrado y asegura la privacidad de los votantes, haciéndolo, según ellos, "a prueba de ataques".
Este sistema podría aplicarse en elecciones generales, votaciones privadas, toma de decisiones en entornos distribuidos (por ejemplo, blockchain) o en la realización de encuestas anónimas, entre otros ámbitos.
La mayoría de los sistemas de voto recurren a algoritmos criptográficos para proteger la integridad y privacidad del voto. Sin embargo, todos esos sistemas requieren el cifrado del voto, lo que conlleva una debilidad y pone en riesgo la privacidad del electorado ante ataques a los protocolos de cifrado.
El sistema que han desarrollado en la UPV implica a todos los actores en una elección como garantes, recibiendo de los votantes fragmentos de las papeletas emitidas, sin ser capaces de desvelar el voto y debiendo colaborar en la reconstrucción de cada papeleta. El protocolo garantiza que todas las personas puedan comprobar, una vez publicado el escrutinio, que los votos fueron contabilizados en el sentido en que fueron emitidos, asegurando dos propiedades esenciales para el voto electrónico: garantiza que un votante no pueda votar más de una vez y asegura que el resultado de la elección sea justo sin comprometer la privacidad individual de los electores.
Según el investigador de la UPV, el sistema garantiza en todo momento la seguridad, verificabilidad y auditabilidad de los resultados, sin comprometer en ningún momento al electorado. El sistema se ha probado ya formalmente y podría desarrollarse ya una solución técnica.