La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha vuelto a destacar la falta de precedentes en cuanto a un año hidrológico tan seco y caluroso.

En los próximos días, la Comunitat Valenciana experimentará un nuevo episodio de temperaturas cálidas excepcionalmente altas, especialmente en el interior, ya que en la costa se sentirán brisas que refrescarán el ambiente a partir del mediodía.

Según AEMET, no se esperan cambios significativos en los próximos días y las lluvias no se prevén.

La próxima semana se espera que la temperatura media aumente de 13,5 grados a casi 19, mientras que la media de las últimas tres décadas no llegaba a los 14 grados.

Sin embargo, las temperaturas serán más suaves en la costa debido a las brisas que suelen intensificarse en primavera y principios de verano a partir del mediodía, refrescando y ventilando toda la región, según explica AEMET en redes sociales.

Este año hidrológico ha sido extremadamente seco y cálido, con seis meses y diez días sin precedentes en cuanto a déficit de lluvia y temperaturas anormalmente altas en la Comunitat Valenciana.

El año 2024 ha sido inusualmente cálido, con al menos ocho episodios de temperaturas anormalmente altas y poco frío desde el 1 de enero.

Desde el 1 de octubre hasta el miércoles pasado, el déficit promedio de precipitaciones ha sido del 73% y la anomalía de temperatura de +2,3 grados.

Las zonas costeras y prelitorales son las más afectadas por el déficit de lluvias, ya que apenas ha llovido un 25% de lo normal, lo que supone un déficit superior al 75%.

Este déficit de lluvias está vinculado a los vientos de poniente, que provocan fuertes precipitaciones en la costa atlántica, mientras que las masas de aire cálido y seco llegan resecas al litoral mediterráneo.

El mapa de precipitaciones acumuladas desde el 1 de octubre refleja claramente esta situación, con ejemplos como los 32,5 litros por metro cuadrado en el aeropuerto de Alicante-Elche en comparación con los casi 2.200 en Vigo y más de 3.000 en algunas localidades de A Coruña.

A la escasez de lluvias y al paso de masas de aire muy secas se une el calor anómalo, con episodios inusuales de altas temperaturas que aceleran la evaporación y contribuyen a la sequedad de la vegetación.