VALÈNCIA, 31 de octubre. En un reciente encuentro informativo, José Manuel Ortega, el nuevo presidente de la Audiencia Provincial de Valencia, ha expresado su falta de optimismo acerca del sistema judicial y ha señalado que la justicia nunca ha sido una prioridad política en nuestro país. A su juicio, esta situación no tiene visos de mejorar en el corto plazo.

En sus declaraciones, Ortega, que asumió el cargo hace un mes, realizó un análisis crítico sobre la situación actual de la Audiencia de Valencia, destacando que se enfrenta a una carga de trabajo “enorme” en un momento en que se implementan cambios significativos que podrían complicar el funcionamiento de los tribunales. Aunque espera que estos cambios lleven a una mayor eficiencia en el largo plazo, su tono refleja preocupación.

El presidente se refirió específicamente a la reciente entrada en vigor de la Ley de Eficiencia de la Justicia, que conlleva la transformación de los juzgados en tribunales de instancia, así como a la implementación de un nuevo modelo de Oficina Judicial. Sin embargo,el contexto es alarmante: un déficit significativo de jueces y problemas estructurales en las instalaciones judiciales dificultan la situación actual.

Ortega también reconoció los esfuerzos de las administraciones para establecer la nueva Oficina Judicial y un sistema informático de gestión de procesos, aunque admitió que estos esfuerzos han traído consigo numerosos problemas. Su pregunta retórica sobre la posibilidad de abordar estas deficiencias estructurales en un futuro cercano subraya su escepticismo: “No puedo ser optimista, aunque quisiera serlo”, concluyó.

El presidente de la Audiencia calificó la situación actual como una “desgracia” debido a los prolongados plazos de respuesta en la jurisdicción civil, que se han multiplicado por cuatro, mientras que en la jurisdicción penal persisten los “problemas habituales”. Ortega enfatizó que, aunque se buscan métodos para ofrecer respuestas dentro de lo que se considera razonable, esa percepción puede no coincidir con la realidad de los ciudadanos.

Finalmente, subrayó que la justicia ha sido históricamente ignorada por los políticos y no vislumbra un cambio en esa tendencia. Sin embargo, destacó la admirable entrega del personal que trabaja en condiciones difíciles. Ante este panorama, Ortega se cuestionó sobre las soluciones posibles y se propuso, dentro de sus posibilidades, allanar el camino para identificar y resolver problemas a través de un diálogo constante.