Crónica Valencia.

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Pampols espera comenzar la desescalada de la emergencia por la dana la próxima semana, salvo imprevistos.

Pampols espera comenzar la desescalada de la emergencia por la dana la próxima semana, salvo imprevistos.

En un contexto donde los desastres naturales ponen a prueba la resiliencia de las comunidades, el vicepresidente segundo del Consell y conseller para la Reconstrucción de la Comunitat Valenciana, Francisco José Gan Pampols, ha hecho un llamado a la "paciencia" para atravesar el proceso de recuperación tras la emergencia desencadenada por la dana del 29 de octubre. Durante una reciente rueda de prensa, hizo énfasis en que los planes de recuperación "no tienen una plasmación inmediata", destacando que la esperanza de soluciones rápidas se puede traducir en decepciones. "No esperen milagros porque en esto no existen", sentenció.

Pampols exigió un esfuerzo coordinado y responsable de todas las administraciones involucradas, reiterando que la responsabilidad no recae únicamente en uno u otro ente gubernamental. "Esto no es más responsabilidad de unos que de otros", subrayó, apelando a la unidad en la acción para hacer frente a los estragos causados por el desastre. Este mensaje de cooperación se hace aún más relevante cuando la gente apremia respuestas efectivas ante una crisis que ha dejado profundas secuelas en la región.

A medida que el horizonte de la desescalada se vislumbra, Pampols confía en que el próximo paso hacia la normalidad pueda iniciarse "probablemente" la semana entrante, a menos que surjan imprevistos. Los indicadores que determinan la transición del nivel 2 de emergencia al nivel 1 muestran avances, especialmente en áreas críticas como la seguridad, el acceso a servicios básicos y la educación.

El vicepresidente enfatizó que, aunque se proponga un descenso en el nivel de emergencia, ello no implicará la retirada inmediata de la Unidad Militar de Emergencias (UME) de las zonas afectadas. "En ningún caso el bajón a nivel 1 significa desprenderse de la UME", recalcó, ya que su presencia seguirá siendo esencial mientras se realicen tareas específicas en las áreas más damnificadas.

En el ámbito de la recuperación, el Consell ha dado un paso importante al aprobar un decreto que establece directrices claras para la elaboración y seguimiento del Plan de Recuperación Económico-Social, destinado a mitigar los daños causados por las inundaciones. Este plan se estructurará en tres fases: diagnóstico, planificación e implementación, cada una de las cuales requerirá un enfoque minucioso y colectivo.

El llamado a la "paciencia" resuena con fuerza entre la población que ha sufrido las consecuencias del desastre. Pampols reconoció que es precisamente esa paciencia la que ha escaseado entre quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. Los planes de recuperación, aunque necesarios, no despliegan resultados inmediatos. "No se ven aparecer de la noche a la mañana edificaciones ni nuevos tendidos", lamentó, subrayando la dificultad inherente a la reconstrucción.

A pesar de las advertencias sobre la necesidad de un tiempo prudente para implementar las medidas de recuperación, Pampols defendió que el Consell se encuentra trabajando para estructurar adecuadamente un avance que pueda ser "apreciado" a corto, medio y largo plazo. Sin embargo, destacó que uno de los grandes retos para la Comunitat Valenciana es su situación financiera, que dificulta el despliegue de acciones ante una tragedia de esta magnitud. "La generosidad de quienes manejan los mecanismos de financiación será crucial", enfatizó, sugiriendo que tanto la Unión Europea como las administraciones estatal, autonómica y local tienen un rol responsable en este esfuerzo común.

El núcleo del decreto establece las bases para el diseño y evaluación del Plan de Recuperación, enfatizando la participación activa de diversas entidades y el compromiso con la transparencia y sostenibilidad, respetando las competencias de cada administración involucrada.

Las fases del plan son fundamentales para dirigir los esfuerzos de reconstrucción. En la primera fase, que corresponde al diagnóstico, se analizarán los daños y las medidas ejecutadas durante el periodo de emergencia. Pampols advirtió que el proceso de recuperación podría extenderse más de lo planeado, lo que resalta aún más la necesidad de una cuidadosa planificación.

La fase de planificación se enfocará en definir acciones concretas y establecer responsabilidades, siendo considerada por Pampols como la más crítica, pues hasta ahora las palabras deben transformarse en acciones efectivas. Es a partir de aquí que se establecerán los presupuestos y la financiación necesaria para llevar adelante la recuperación.

Finalmente, en la fase de implementación, se monitorizará el progreso de la reconstrucción y se coordinarán actividades entre las distintas administraciones. Pampols aseguró que se desarrollarán indicadores que permitan evaluar los avances y realizar ajustes en el camino, garantizando que se mantenga la transparencia sobre los resultados alcanzados.

El decreto también prevé la creación de Comités Técnicos Sectoriales que se reunirán mensualmente, promoviendo la colaboración continua entre las distintas entidades y garantizando que se alineen los objetivos y se resuelvan cualquier tipo de conflictos que se presenten durante el proceso de recuperación.

En el camino hacia la recuperación, se redactarán informes detallados que mostrarán el avance cuantitativo y financiero de las medidas implementadas, así como los desafíos y resultados preliminares. La periodicidad de estos informes busca mantener un seguimiento operativo y asegurar que la información fluya entre los diferentes departamentos involucrados, culminando con un informe final que evaluará el impacto y la viabilidad del plan de recuperación en su totalidad.