En una rueda de prensa en València, Miguel Barrachina, síndic del PP en Les Corts, expresó su confianza en la "unidad" del gobierno valenciano. Por otro lado, José Mª Llanos, síndic de Vox, reiteró que la acogida de menores migrantes es una línea roja que, de ser cruzada, llevaría a la ruptura de los pactos gubernamentales.

Las declaraciones de ambos líderes políticos se dieron en respuesta a la advertencia de Santiago Abascal, líder de Vox, de romper los ejecutivos autonómicos que acojan a menores migrantes. Abascal había alertado que Vox consideraría roto el pacto si presidentes del PP, como Carlos Mazón en la Comunitat Valenciana, siguen las directrices del Gobierno central para repartir a estos menores.

Barrachina señaló que el gobierno valenciano cuenta con socios leales que buscan gobernar para todos, mostrando su confianza en la continuidad del pacto. Por su parte, Llanos subrayó que la postura de Vox está marcada por Abascal, y que cualquier acción contraria a los principios del partido podría llevar a la ruptura de los acuerdos.

Desde Vox se hace hincapié en la importancia de combatir la inmigración ilegal y garantizar la seguridad, resaltando que estos temas forman parte del ADN del partido. Llanos aseguró que cualquier desviación de los compromisos pactados podría desencadenar la ruptura gubernamental, contando con el respaldo de los votantes de Vox.

La oposición, representada por el síndic del PSPV, José Muñoz, criticó la actitud de Carlos Mazón ante las presiones de Vox, acusándolo de actuar bajo el miedo a las amenazas. Muñoz instó a Mazón a romper con la ultraderecha y no ceder a sus posturas racistas y xenófobas, cuestionando la relación entre el PP y Vox.

Joan Baldoví, de Compromís, restó importancia a las amenazas de Vox y sugirió que la ruptura de los gobiernos es poco probable. Además, criticó la postura de Vox al considerar inaceptable rechazar la acogida de personas en busca de una vida digna, especialmente para un partido que dice defender los valores cristianos.