VALÈNCIA, 6 de octubre - La tensión política se ha intensificado en la previa del 9 d’Octubre, Día de la Comunitat Valenciana, con opiniones encontradas sobre la participación del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Mientras que los partidos de izquierda, PSPV y Compromís, han manifestado que su presencia en la emblemática Procesión Cívica es indeseable, el PP y Vox le han salido al paso, acusando a sus oponentes de desestabilizar la institucionalidad y de incitar a las protestas.

En declaraciones a la prensa, los representantes de los cuatro principales grupos en Les Corts han abordado el tema, destacando la confirmación de Mazón de su asistencia a la celebración el próximo fin de semana. Desde el PSPV, su portavoz José Muñoz ha subrayado que la presencia del presidente podría desvirtuar el carácter cívico del evento, insistiendo que su grupo no tiene intención de instigar manifestaciones en su contra.

Muñoz argumentó que la institucionalidad no se rompe con declaraciones que reflejan la realidad; en específico, que la presencia de Mazón podría desencadenar reacciones adversas. A su juicio, es parte de la democracia que la ciudadanía exprese sus opiniones, aunque también sugirió que el civismo del evento debería ser reconsiderado, señalando que, en el pasado, algunos participantes han insultado a los representantes de izquierda.

El portavoz socialista centró sus críticas en la gestión del presidente, mencionando que la real ruptura de la institucionalidad se produjo cuando el PP no conmemoró el 25 d’Abril o cuando eligió como lema “Vixca” para el 9 d’Octubre, un lema que, según él, no tiene respaldo normativo.

En otro giro, Muñoz hizo eco de una encuesta reciente que indica que el 82% de los valencianos desaprueban la gestión de Mazón, afirmando que no solo los socialistas comparten este descontento. Afirmó que el presidente se encuentra en una burbuja y no puede salir al encuentro de la ciudadanía sin enfrentar un fuerte rechazo.

Con un tono sombrío, anticipó que el 9 d’Octubre podría convertirse en un día complicado para Mazón, dado el descontento generalizado por su gestión de la dana, y reiteró su exigencia de dimisión para restablecer la normalidad democrática en la región.

En representación de Compromís, Joan Baldoví, describió la participación de Mazón como una “anomalía” tras las supuestas mentiras sobre la gestión de la crisis. Insistió en que un presidente en esas circunstancias no debería asistir a la celebración y defendió el derecho del público a expresar su desacuerdo de manera civilizada.

Consultado sobre si el partido debería prohibir la presencia del presidente en los actos del 9 d’Octubre, Baldoví aclaró que no le corresponde a su grupo dictar acciones a Mazón, pero sugirió que su única salida digna sería presentar su dimisión.

Adicionalmente, Baldoví criticó a la Generalitat por organizar un concierto de bandas de música el mismo día y a la misma hora que la Procesión Cívica, calificándolo de contraprogramación intencionada.

Desde el PP, la portavoz adjunta Laura Chulià hizo un llamado a la lealtad institucional, especialmente en una fecha tan significativa para los valencianos. Destacó la importancia de disfrutar del evento en un ambiente de “germanor” y criticó la actitud de los representantes de izquierda por cuestionar la presencia de Mazón.

Por su parte, José Mª Llanos, síndic de Vox, defendió con vehemencia que Mazón debe estar presente en la celebración, como requiere su posición como primera autoridad de la Comunitat Valenciana. Enfatizó que cuestionar su presencia es poner en tela de juicio la identidad valenciana y la esencia de la fiesta, además de insinuar que sus detractores buscan provocar disturbios como han hecho en otras ocasiones.