Las consecuencias del reciente acuerdo comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea están generando fuertes preocupaciones en el ámbito agroalimentario de la Comunitat Valenciana. Productos esenciales como el vino, el aceite de oliva, las hortalizas, los quesos y la carne son los más perjudicados, según han señalado las organizaciones agrarias de la región.

Este lunes, la Unió Llauradora expresó su descontento, considerando que si bien el acuerdo podría prevenir un choque comercial, representa un severo golpe para el campo valenciano. Por su parte, AVA-Asaja ha manifestado su decepción, anticipando que esto conducirá a una disminución en la competitividad de sus productos en el mercado estadounidense.

En el último año, las exportaciones agroalimentarias de la Comunitat Valenciana a Estados Unidos alcanzaron un valor significativo de 366 millones de euros, lo que equivale al 13% del total de sus exportaciones hacia aquel país. La Unió Llauradora ha destacado que este sector representa un 4% de todas las exportaciones agroalimentarias de la región.

Los representantes del sector han elegido específicamente al vino y al aceite de oliva como los productos más relevantes que enfrentarán estos nuevos aranceles. Además, han incluido entre los productos más afectados a hortalizas frescas y en conserva, quesos y carne, lo que podría tener un impacto negativo considerable en estas industrias.

Los aranceles se instituyen en un contexto ya complicado por el aumento de costos en el sector y la cada vez más intensa competencia desleal de productos de terceros países. Carles Peris, secretario general de la Unió Llauradora, ha advertido que estas medidas arancelarias amenazan la confianza en el mercado, complicando aún más la situación para los agricultores y ganaderos de la región.

La Unió Llauradora i Ramadera ha puesto especial énfasis en cómo afectará este acuerdo a las exportaciones de productos típicos de la Comunitat Valenciana, señalando que la UE no ha defendido adecuadamente los intereses de sus productores. En particular, el sector del aceite de oliva, que tiene una fuerte dependencia del mercado interno, podría verse obligado a buscar alternativas si las exportaciones hacia los EE. UU. se reducen.

Además, se cuestiona el impacto que estas decisiones tendrán en el mercado español en su totalidad, con preocupaciones sobre la saturación de productos como el aceite, que se verían obligados a buscar nuevos destinos si el aceite andaluz no llega a Estados Unidos.

Si bien la Unió Llauradora reconoce que el acuerdo podría ofrecer cierta estabilidad comercial, también argumenta que la UE ha aceptado condiciones desfavorables para sus agricultores, lo que resulta en un pacto claramente desbalanceado. Desde la organización sostienen que este evento revela la falta de peso político de Bruselas en la protección de sus sectores productivos.

El impacto de las importaciones de frutos secos provenientes de Estados Unidos a la Comunitat Valenciana también fue subrayado, destacando que el valor alcanzó los 355 millones de euros el año pasado. Esto representa una preocupación significativa y un llamado a la acción para proteger a los productores locales, quienes ven amenazados sus precios por este tipo de competidores.

Asimismo, la AVA-Asaja ha expresado su gran preocupación por el acuerdo, el cual anticipa que elevará el costo de las exportaciones valencianas y comprometerá su competitividad. Cristóbal Aguado, presidente de la asociación, ha criticado el apoyo que le brindó la presidenta Von der Leyen al acuerdo, resaltando que el arancel del 15% impactará directamente a sectores cruciales, como el vino y el aceite de oliva.

En conclusión, ambas organizaciones agrarias han insistido en que las autoridades europeas deben dar respuesta a los desafíos que enfrentan los productos agroalimentarios valencianos frente a este acuerdo y en la necesidad de proteger los intereses de los agricultores y ganaderos de manera efectiva en futuras negociaciones internacionales.