VALÈNCIA, 20 de noviembre.
Las recientes inundaciones causadas por una devastadora DANA han llevado a la movilización de un esfuerzo significativo por parte de las autoridades locales. Afortunadamente, según declaraciones del Centro de Coordinación de Emergencias (CCE), 17 de las 18 carreteras que son propiedad de la Generalitat Valenciana ya están operativas. Este avance representa un paso importante hacia la normalización de la situación en la región.
Para facilitar el transporte en la zona, se ha instaurado un servicio de autobuses lanzadera que conecta Paterna Norte con València. Este sistema cuenta con 20 líneas que servirán como alternativas a Metrovalencia, con paradas estratégicamente ubicadas. Hay una parada principal en Paterna y dos en València, donde los pasajeros podrán realizar transbordos a diferentes líneas de la EMT, asegurando así que las personas puedan desplazarse de manera eficiente.
A pesar de los progresos, algunas restricciones de tráfico todavía están en vigor. Las carreteras CV-400, CV-407, CV-36 y CV-33 continuarán con limitaciones hasta las 23:59 horas del próximo viernes, en un intento de garantizar la seguridad y facilitar las labores de recuperación en dichas vías.
En la zona afectada, un total de 1,165 bomberos de 40 organizaciones diferentes, junto con 8,499 miembros del Ejército, de los cuales 2,103 pertenecen a la Unidad Militar de Emergencias (UME), trabajan incansablemente para asegurar la zona. Además, más de 800 voluntarios de Protección Civil de todo el país están contribuyendo a las labores de rescate y recuperación.
La seguridad ciudadana también está siendo vigilada de cerca, con la participación de 9,728 agentes de las fuerzas de seguridad, incluyendo la Policía Nacional y la Guardia Civil. A esto se añaden más de 500 efectivos de las distintas policías locales y más de 130 integrantes de la Policía de la Generalitat, todos unidos para salvaguardar el bienestar de los ciudadanos en estas circunstancias difíciles.
Las operaciones de búsqueda y rescate siguen activas, abarcando tanto trabajos en el mar como en tierra, con la intención de mapear cauces y áreas de influencia afectadas. Las labores se extienden hasta el corazón de la Albufera y otras áreas críticas. Debido a la gravedad de la situación, la Autoridad Portuaria ha decidido extender las restricciones de navegación marítima hasta el 25 de noviembre, asegurando así que se mantenga el control en estas aguas.
En un esfuerzo por limpiar la zona, se ha puesto en marcha un plan especializado para la retirada de lodos acumulados en garajes, huecos de ascensor y sótanos. Además, se están extrayendo residuos de la red de saneamiento en localidades afectadas como Albal, Catarroja, Alfafar, Massanassa, Paiporta, Picanya, Benetússer y Sedaví. Desde el CCE enfatizan la importancia de que estos trabajos sean realizados por profesionales capacitados en emergencias.
Actualmente, 140 camiones están dedicados a la extracción de lodos en las áreas devastadas, con el fin de desobstruir alcantarillados y prevenir futuros inconvenientes en las residencias. Hasta el momento, se han evacuado 90,000 toneladas de enseres y otros objetos voluminosos de los municipios impactados por la DANA, lo que refleja la magnitud del esfuerzo realizado.
El análisis y la inspección de infraestructuras y edificios están en marcha, en estrecha colaboración con los ayuntamientos de las localidades afectadas, con el objetivo de garantizar la seguridad de los habitantes.
Para atender a quienes han sido gravemente impactados por esta riada, se ha habilitado el antiguo Hospital La Fe como un centro de alojamiento temporal. Este espacio cuenta con 50 plazas disponibles para aquellos que atraviesan una situación crítica, sumándose a un Centro de Atención Temporal de Emergencia establecido previamente en Burjassot.
Asimismo, se está ejecutando un plan de fumigación en varios municipios para frenar la proliferación de mosquitos que puede surgir tras las inundaciones. La labor se centra en municipios como Aldaia, Alaquàs, Paiporta, Sedaví, Picanya, Alfafar, Massanassa, Albal y València, y también está planeada en Benetússer, Beniparrell y Catarroja, en un esfuerzo por preservar la salud pública.
Por último, se ha acordado la rehabilitación de 85 infraestructuras locales que resultaron dañadas a causa de las inundaciones, con el fin de reparar urgentemente diversas vías, pasarelas y puentes. La Generalitat es responsable de llevar a cabo 49 de estas obras en diversos municipios, asegurando que se restablezca la conectividad de la región lo más pronto posible.
Adicionalmente, se han abierto 60 oficinas en las áreas afectadas para brindar información y gestionar ayudas urgentes para las personas damnificadas. También se han habilitado nuevos puntos de asistencia para atender a animales que han sufrido las consecuencias de las inundaciones, con el fin de garantizar que todos los seres vivos reciban el apoyo necesario en esta difícil situación.
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