El puerto de Valencia ha sido un centro de comercio y actividad económica desde tiempos inmemoriales. Su ubicación estratégica a orillas del Mediterráneo lo convirtió en un punto de encuentro entre las culturas mediterráneas y, por lo tanto, en un lugar clave para el desarrollo de la región. La ciudad de Valencia se remonta a la época romana, cuando se estableció como una importante ciudad comercial. El puerto, en aquel entonces, era un pequeño embarcadero en la desembocadura del río Turia. Sin embargo, a medida que Valencia crecía en poder e influencia, también lo hacía su puerto.
Con la llegada de la Edad Media, Valencia se convirtió en una de las ciudades más importantes de la península ibérica. Esto se debió en gran parte a su posición estratégica como puerta de entrada al Mediterráneo desde la Europa continental. Durante este tiempo, el puerto de Valencia experimentó un aumento significativo en el comercio y la actividad marítima, con la llegada de embarcaciones de todo el Mediterráneo. Fue entonces cuando se construyó el primer muelle en el puerto, conocido como el Muelle de la Aduana. Este muelle sirvió como punto de entrada para productos como seda, lana, cereales y sobre todo para la naranja, por lo que Valencia es actualmente famosa. Este puerto generó en la ciudad una economía boyante que la hizo crecer y benefició a la nobleza valenciana.
A medida que Europa entraba en la época del Renacimiento, Valencia seguía siendo un punto importante de comercio. El puerto de Valencia se modernizó en el siglo XVII bajo el reinado de Felipe IV. Durante este tiempo, se construyó el Muelle del Grao, que se convirtió en el principal punto de entrada y salida de mercancías. Además, el puerto secondicionó con nuevas infraestructuras como el Real Colegio Seminario de Corpus Christi y el Colegio de la Compañía de Jesús, un foco de conocimiento y liberalismo en la ciudad. Estas obras no solo mejoraron la capacidad del puerto, sino que también lo hicieron más atractivo para los comerciantes europeos y asiáticos, aumentando así el flujo de mercancías.
Con la llegada de la Revolución Industrial y el creciente interés por el comercio mundial, el puerto de Valencia se convirtió en un lugar aún más importante para el comercio. Se construyeron nuevos muelles como el del Grao Norte y el del Grao Sur y se modernizaron los existentes, construyendo instalaciones dedicadas a la manipulación y almacenamiento de mercancías. Además se construyeron nuevas vías de comunicación; para facilitar el transporte de mercancías hasta el interior del país. El ferrocarril se convirtió en el medio de transporte más importante desde y hacia el puerto de Valencia y se construyeron líneas ferroviarias para conectar la ciudad con otros puntos de la península.
Hoy en día, el puerto de Valencia es uno de los más importantes del Mediterráneo en términos de tráfico de mercancías y de pasajeros. Su ubicación geográfica lo coloca en una posición estratégica para el comercio entre Europa y Asia, lo que lo convierte en un lugar fundamental para el comercio marítimo. Además, su continua modernización lo hace atractivo para operadores de transporte y empresas de logística, que eligen al puerto de Valencia para sus operaciones. El puerto también se ha abierto al turismo y cuenta con una amplia oferta de ocio y servicios para los turistas que llegan en cruceros. En resumen, el puerto de Valencia es una historia de éxito que se ha mantenido a lo largo de los siglos, creciendo y desarrollándose según las necesidades del momento hasta llegar a ser lo que es hoy en día.