La Guerra de Sucesión en Valencia fue un conflicto que tuvo lugar en el siglo XVIII, entre los años 1701 y 1714, y que tuvo importantes repercusiones en la historia de la región. Para entender este acontecimiento es necesario remontarnos a la muerte del rey Carlos II de España en 1700, quien murió sin descendencia directa y sin un heredero claro al trono. Esto llevó a una disputa por la sucesión al trono español, en la que se enfrentaron dos grandes potencias europeas: Francia y Austria.
Por un lado, estaba la Casa de Austria, representada por el archiduque Carlos de Austria, quien reclamaba el trono español en virtud de su abuelo materno, el rey Fernando III de España. Por otro lado, se encontraba la Casa de Borbón, con Felipe de Anjou como candidato al trono, respaldado por Luis XIV de Francia. Esta disputa desencadenó una serie de conflictos armados en Europa, conocidos como la Guerra de Sucesión Española, en la que Valencia jugaría un papel importante.
Valencia se vio inmersa en la Guerra de Sucesión al declarar su apoyo a Felipe V, el candidato borbónico al trono español. Sin embargo, esta decisión dividió a la población valenciana, con una parte apoyando al archiduque Carlos y la otra respaldando a Felipe V. Esta división interna provocó enfrentamientos en la región, con episodios de violencia y represión por parte de ambos bandos.
Uno de los episodios más conocidos de la Guerra de Sucesión en Valencia fue el sitio de la ciudad por las tropas del archiduque Carlos en 1706. Valencia resistió el asedio durante varios meses, pero finalmente cayó en manos austracistas. Durante este periodo, la ciudad sufrió grandes penurias, con falta de alimentos y enfermedades que diezmaron a la población. Tras la toma de Valencia, la ciudad fue saqueada y se impusieron duras represalias contra los partidarios de Felipe V.
La Guerra de Sucesión en Valencia tuvo importantes consecuencias a nivel político, social y económico. La victoria final de Felipe V supuso la implantación de un nuevo orden político en España, con la centralización del poder en la monarquía absoluta y la supresión de los fueros y privilegios regionales. En el caso de Valencia, esto significó la pérdida de parte de su autonomía y la imposición de medidas centralizadoras que afectaron a la economía y la sociedad valenciana.
La Guerra de Sucesión dejó una profunda huella en la sociedad valenciana, con divisiones y resentimientos que perduraron durante generaciones. La represión de los partidarios del archiduque Carlos, conocidos como maulets, y la imposición de un nuevo orden político generaron un clima de desconfianza y tensión en la región. Además, la guerra y sus consecuencias provocaron un deterioro económico en Valencia, con pérdidas materiales y humanas que afectaron a la población.
A pesar de las devastadoras consecuencias de la Guerra de Sucesión en Valencia, este conflicto marcó un antes y un después en la historia de la región. La implantación del nuevo orden borbónico sentó las bases para la modernización de Valencia y su integración en el Estado español. A lo largo de los siglos siguientes, la sociedad valenciana se recuperó de las secuelas de la guerra y se adaptó a los nuevos tiempos, aunque el recuerdo de aquel conflicto perduró en la memoria colectiva y en la historiografía valenciana.