VALÈNCIA, 3 de junio. Un hombre de 41 años fue arrestado en la localidad de Xàtiva, Valencia, acusado de distribuir billetes falsos de 50 euros. Este individuo no solo operaba en Xàtiva, sino también en comunidades cercanas como Canals y L'Alcúdia de Crespins.

Se alega que el detenido implementó un ingenioso método para introducir los billetes falsificados a través de pequeñas transacciones comerciales, incluso comprando a vendedores de la ONCE, la organización de asistencia a personas con discapacidad visual. La Policía Nacional lo detuvo en la vía pública con varios billetes falsificados en su poder, según lo indicado por fuentes oficiales.

La investigación se puso en marcha en marzo por parte del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría Local de Xàtiva, tras recibir varias quejas sobre billetes de 50 euros falsos en establecimientos de la ciudad. Este fenómeno generó inquietud entre los comerciantes, que reportaron la detección de estos billetes en sus transacciones diarias.

Algunos de los billetes falsos fueron utilizados para la compra de cupones y raspadizas de la ONCE, afectando directamente a los vendedores, que se encuentran en una posición vulnerable. Los comerciantes de la zona comenzaron a unir fuerzas y reportar al sospechoso, quien, según testimonios, realizaba compras pequeñas a cambio de efectivo auténtico.

Tras meses de investigación, los esfuerzos de los agentes dieron frutos cuando, el 27 de mayo, lograron detener al presunto falsificador. En su posesión se hallaron cuatro billetes de 50 euros falsos, así como 140 euros en efectivo genuino que, aparentemente, había obtenido a través de sus transacciones fraudulentas.

Como parte de las diligencias, la Policía llevó a cabo un registro en su domicilio, donde se descubrió evidencia que apuntaba a la comisión de al menos seis delitos. Este individuo ya contaba con antecedentes penales por delitos similares, siendo arrestado en Valencia en 2015 por portar 20 billetes falsos de 50 euros.

De acuerdo con datos del Banco de España, los billetes incautados revelan una calidad de falsificación considerable, lo que puede dificultar su detección, especialmente en situaciones de alta rapidez o en transacciones con colectivos en riesgo, como es el caso de los vendedores de la ONCE.