VALÈNCIA, 15 de septiembre.

Blanca Tomás, una joven que dedicó varios años de su vida a la moda en Valencia, ha visto cómo la crisis sanitaria del covid-19 transformó su trayecto. Decidió regresar a su pueblo para ayudar a su familia y en esa decisión encontró su auténtica pasión: hoy se encarga de la Granja José Tomás S.L., donde ha redescubierto su propósito en la vida.

La granja, que se especializa en el destete de terneros, ha implementado un enfoque que prioriza el bienestar animal y la sostenibilidad. Según un comunicado de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Blanca está desarrollando prácticas que no solo promueven el respeto hacia el medioambiente, sino que también buscan educar sobre la alimentación saludable y atraer el turismo rural.

A sus 31 años, Blanca toma las riendas de la explotación familiar situada en El Palomar, en la comarca de la Vall d'Albaida, siempre con el respaldo de su padre. Comienza el cuidado de los terneros desde que tienen apenas 21 días, asegurándose de brindarles atención continuada y un entorno que favorezca su desenvolvimiento hasta alcanzar la transición de la leche al pienso después de tres meses.

En un esfuerzo donde cada detalle cuenta, el estiércol de la granja se destina a fertilizar los campos de olivos de la almazara El Teular, creando un ciclo productivo coherente con los principios de la economía circular. Además de cultivar avena, Blanca está experimentando con maralfalfa, una gramínea de alto rendimiento que maximiza la producción con menos siembras anuales y hasta seis cosechas por año. La granja se ha modernizado con la instalación de 36 paneles solares y cuenta con un vehículo eléctrico totalmente autónomo.

De cara al futuro, Blanca tiene planes audaces: en 2026, abrirá la granja al público, invitando a escolares, familias y turistas a experimentar de primera mano el trabajo que se realiza en una granja de destete de terneros.

“Nuestro objetivo es no solo mostrar cómo cuidamos a los animales, sino también acercar a las personas al mundo rural, enseñando la importancia de una alimentación saludable, el sacrificio que implica la vida en el campo y el valor de preservar nuestras tradiciones”, afirma con entusiasmo la joven emprendedora.

La granja se convertirá en un espacio multifuncional, que ofrecerá visitas guiadas y eventos personalizados, incluyendo una casa rural y piscina. Además, está proyectando un jardín urbano con hortalizas de cosecha local y productos elaborados con ingredientes del entorno.

En el ámbito gastronómico, Blanca planea organizar talleres donde los visitantes aprenderán sobre la tradicional paella valenciana, la elaboración del vermut artesanal y participarán en catas de vinos ecológicos, todo ello acompañado de la cultura que rodea estas prácticas.

Mientras tanto, está avanzando en la modernización de su proyecto con una página web para la venta de productos artesanales y una activa presencia en redes sociales, para alcanzar a un público más amplio.

“Queremos resaltar la importancia del trabajo agrícola y la alimentación natural, así como ofrecer un espacio educativo y recreativo único donde las personas puedan aprender y profundizar en su conexión con la naturaleza. Mi experiencia como emprendedora y madre espero que sirva de inspiración para otras mujeres, alentándolas a explorar el mundo rural, un ámbito que me brinda paz y la satisfacción de liderar un proyecto familiar,” concluye Blanca con firmeza.