El Ayuntamiento de València ha decidido implementar un receso de 40 minutos durante los plenos ordinarios, a partir del próximo mes de noviembre. Esta medida se ha tomado después de la polémica surgida en la sesión plenaria de octubre, en la que el PSPV-PSOE logró aprobar una moción debido a la ausencia de varios ediles del equipo de gobierno del PP y Vox, quienes se habían retirado para comer algo.

El portavoz del ejecutivo municipal y del PP, Juan Carlos Caballero, anunció esta medida después de la Junta de Portavoces y la Junta de Gobierno Local. El receso de 40 minutos se llevará a cabo por primera vez en el pleno ordinario de noviembre, que se celebrará la próxima semana. Caballero resaltó la controversia generada durante la sesión del mes pasado y afirmó que esta pausa se implementará en los próximos plenos.

La moción aprobada en la sesión plenaria de octubre, con los votos a favor de la oposición, trataba sobre la Zona de Bajas Emisiones. Ante el anuncio del receso, el PSPV-PSOE criticó a la alcaldesa María José Catalá, acusándola de anteponer los canapés a su trabajo. Un edil de esta formación señaló que el gobierno municipal había decidido interrumpir el pleno durante casi una hora para disfrutar de los canapés sin interrupciones.

El edil del PSPV afirmó que el gobierno del PP y Vox mostraba falta de trabajo y desgana durante la votación de la moción en octubre. Según él, los socialistas estaban comprometidos en combatir el cambio climático en la ciudad, mientras que el PP y Vox aplicaban medidas ficticias y negacionistas.

Además, el edil del PSPV criticó la negación del gobierno municipal respecto a la necesidad de aplicar medidas correctoras de la contaminación en los barrios de València. El PP y Vox presentarán una moción en la próxima sesión plenaria ordinaria para rechazar los informes técnicos sobre este asunto. El representante del PSPV enfatizó que el gobierno debería trabajar en favor de los vecinos y no preocuparse tanto por los canapés.