Crónica Valencia.

Crónica Valencia.

El precio de la vivienda en València se ha duplicado desde 2019, mientras que los salarios han aumentado un 10%, revela la UPV.

El precio de la vivienda en València se ha duplicado desde 2019, mientras que los salarios han aumentado un 10%, revela la UPV.

València se enfrenta a un alarmante incremento en el costo del alquiler, destacándose como la ciudad con el aumento más pronunciado en toda España, superando el 17,1% en el último año. Actualmente, el precio medio de arrendar una vivienda asciende a 1.674 euros al mes, lo que pone en jaque la capacidad económica de muchas familias trabajadoras y jóvenes de la región.

Desde 2019, el valor de las viviendas nuevas en València y su área metropolitana ha crecido de manera drástica, habiéndose duplicado, mientras que los salarios han tenido un escaso incremento del 10%. Este desfase ha llevado a que la adquisición de viviendas se convierta en un desafío monumental para los ciudadanos. Un reciente informe de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València (UPV) revela que el precio medio de venta sobrepasa ya los 3.700 euros por metro cuadrado en la ciudad, alcanzando cifras aún más elevadas en localidades aledañas como Godella y Almassera.

Fernando Cos-Gayón López, director de la Cátedra, señala que esta situación está creando un mercado inmovilizado, donde las cifras de crecimiento no se traducen en una mejora en la accesibilidad para la población. Con la oferta de vivienda nueva disminuyendo más del 80% en los últimos seis años, muchas áreas de la ciudad carecen de promociones residenciales adecuadas, y las que existen están exclusivamente dirigidas a compradores adinerados o inversores foráneos.

El creciente costo de la vivienda ha puesto una presión extrema sobre los hogares, donde actualmente se destina más del 45% de los ingresos a la compra de una casa, superando la cifra recomendada del 30% por la Unión Europea. Cos-Gayón expresa que aunque el mercado inmobiliario es visible en números, es invisible en términos sociales, con las familias trabajadoras quedando excluidas de este nuevo ciclo del sector.

El mercado de alquiler también presenta dificultades, reflejando las tensiones económicas existentes. La notable subida del 17,1% en los precios de arrendamiento ha imposibilitado a muchas personas poder acceder a una vivienda digna. Además, un 35% de los contratos de alquiler son de carácter temporal, lo que revela la inseguridad y falta de estabilidad que caracterizan la situación actual.

El informe también destaca cómo estos desafíos han llevado a un desarraigo urbano, donde cada vez más jóvenes retrasan su emancipación y las familias se ven forzadas a trasladarse a la periferia, haciendo que trabajadores esenciales no puedan residir en la misma ciudad donde desempeñan su labor.

Con una población que ha superado por primera vez los 49 millones en España, València ha sido una de las regiones más dinámicas en crecimiento poblacional, experimentando un incremento del 5,5% desde 2022, donde el 84% de dicho aumento proviene de la inmigración. Sin embargo, este crecimiento solo ha incrementado la presión sobre un parque de viviendas que ya es insuficiente, advierte el observatorio.

El costo de construcción también se percibe como un obstáculo significativo, ya que los precios de los materiales, la energía y la mano de obra han disparado el coste de edificación. Este panorama ha llevado a un aumento desproporcionado en la escasez de trabajadores del sector, mientras que la fragmentación empresarial complica la realización de grandes proyectos constructivos tanto a nivel público como privado.

Cos-Gayón insiste en que las técnicas de construcción tradicionales ya no son viables y que la industrialización del sector es esencial para poder satisfacer la demanda. Proponiendo un acercamiento más moderno y eficiente, el informe subraya que la construcción industrializada podría resolver muchos de los problemas actuales, garantizando calidad y reduciendo plazos de obra.

Finalmente, el documento concluye que es imperativo para España redefinir su enfoque hacia la vivienda. La caracterización de una vivienda asequible no puede limitarse solo a ser digna y replicable, sino también a ser económicamente factible. La invitación es a construir hogares para aquellos que han quedado marginados del mercado actual, reafirmando que los datos no son un destino, sino un mapa que guida el futuro del sector.