En una reciente controversia política, el portavoz del grupo socialista en Les Corts, José Chulvi, ha exigido la renuncia inmediata del conseller de Educación, Universidades, Cultura y Empleo, José Antonio Rovira. La demanda surge a raíz del nombramiento de Enrique Navarro como subdirector general de Cultura, quien tiene antecedentes judiciales por su implicación en el caso 'Gürtel', un escándalo de corrupción que ha marcado la historia reciente del Partido Popular en la Comunidad Valenciana.

Chulvi no dudó en calificar este nombramiento como un acto indigno, argumentando que los ciudadanos valencianos no deben tolerar un desprecio hacia sus valores culturales. En sus declaraciones, criticó la gestión del actual gobierno, al que acusó de haber sobrepasado los límites éticos, mencionando episodios de censura y abandono a las víctimas.

El portavoz socialista denunció que la cultura valenciana sufre un nuevo ataque con el ascenso de Navarro, un individuo cuya inhabilitación judicial lo descalifica para ocupar un rol tan significativo en el ámbito cultural, que contribuye notablemente al Producto Interior Bruto de la región.

Según Chulvi, este acontecimiento evidencia que el Partido Popular sigue siendo el mismo de siempre, optando por una política de favoritismos que, a su juicio, solo conducirá a más escándalos. Criticó la falta de ética política y la ineficiencia del gobierno, que a su juicio ha quedado estancado durante medio año.

Desde la administración autonómica, se ha indicado que Enrique Navarro, quien mantiene su estatus como funcionario de carrera, ha sido objeto de una inhabilitación que le impide asumir puestos eventuales dentro de la Generalitat. Aseguran que esta inhabilitación no repercute en su actual puesto, lo que ha generado más debate sobre las decisiones del gobierno y la idoneidad de los funcionarios en roles clave.

Este conflicto no solo enciende las luces sobre la gestión cultural, sino que también pone de relieve las tensiones políticas existentes en el seno de la Generalitat, donde las decisiones tomadas en los últimos meses han provocado fuertes reacciones por parte de la oposición y del sector cultural.