Robles: "Los dos años de Vox en el Ayuntamiento de València han sido un período de declive y desmantelamiento"
VALÈNCIA, 18 de octubre. En un análisis reciente, Compromís per València ha evaluado los dos años transcurridos desde que Vox se unió al gobierno municipal de la ciudad, un periodo que su portavoz, Papi Robles, ha descrito como uno de "retrocesos significativos y desmantelamiento de servicios", argumentando que se ha institucionalizado el odio, una situación que, según ella, ha sido adoptada por la alcaldesa María José Catalá.
Robles sostiene que la inclusión de Vox en el gobierno local ha facilitado la aceptación de la extrema derecha en la capital del Turia, lo que, en sus palabras, es un fenómeno alarmante. “Catalá ha seguido el camino marcado por Carlos Mazón, validando así el discurso de la extrema derecha que ha culminado en efectos reales y perjudiciales”, declaró.
Advirtió que el gobierno de PP y Vox ha desestimado políticas de igualdad y ha propiciado una caída en la calidad de los servicios públicos. Robles argumentó que su gestión ha dejado de lado cuestiones esenciales, como la atención a las necesidades ciudadanas y el problema del cambio climático, lo que ha llevado a una mayor desprotección de la ciudadanía.
Desde Compromís, se critica la tendencia del actual gobierno de centrarse en “batallas simbólicas” y en la creación de enemigos imaginarios para ocultar su falta de eficacia. Robles indicó que, al ignorar temas cruciales como el acceso a la vivienda y la mejora de la calidad de vida, están desviando la atención de lo que realmente importa a los valencianos.
La portavoz de la coalición ha manifestado su descontento con el modelo de ciudad que se está imponiendo: “se está generando un ambiente que aleja a los residentes y encarece la vida cotidiana”, argumentando que la permisividad hacia el turismo en barrios populares y la gestión del comercio local son claros ejemplos de esta tendencia negativa.
Criticó igualmente la falta de acciones efectivas por parte de los concejales de Vox, señalando que algunos no tienen competencias reales y se benefician económicamente a expensas de la gestión pública. “Eso se traduce en una dependencia de la alcaldesa hacia un socio incómodo, pero necesario para mantener el poder”, añadiendo que esta dinámica se asemeja a una "paguita" enclavada en un "chiringuito".
Robles resaltó que el PP se ha sometido a las exigencias de Vox, y que esto acarrea consecuencias directas en la vida cotidiana de los valencianos. Ante esta situación, Compromís busca posicionarse como una oposición fuerte y seria, abogando por una València sin la influencia de la extrema derecha.
En su conclusión, Robles enfatizó la visión de una ciudad en la que se priorice la seguridad, entendida no solo en términos de orden público, sino también en acceso a servicios de salud eficaces, un transporte público que funcione correctamente y comunidades vibrantes. “La extrema derecha siempre encontrará en Compromís una voz opuesta”, finalizó, dejando claro su compromiso con la lucha por una ciudad más inclusiva y justa.
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